"No seré yo quien en este momento tan crítico aboque el país a una carrera electoral irresponsable que paralizaría la administración catalana", afirmó en una declaración institucional desde Madrid, donde asistió a una vista ante el alto tribunal que revisa su condena de inhabilitación.
El Supremo valorará el recurso de Torra contra la sentencia de un año y medio de inhabilitación que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) le impuso en diciembre de 2019 por negarse a retirar de la sede de Gobierno catalán una pancarta independentista en periodo preelectoral.
"No me desviaré ni un milímetro de mi deber como presidente, que es servir a la ciudadanía, y ese servicio hoy exige luchar las 24 horas contra la pandemia, hasta los últimos segundos hasta hacerse efectiva la inhabilitación", afirmó el líder independentista.
El presidente catalán, integrante del partido Junts per Catalunya, rechazó así ceder a las peticiones de sus socios de Gobierno, Esquerra Republicana, y el otro partido independentista en el Parlamento, Candidatura d'Unitat Popular.
Ambas formaciones reclamaron a Torra durante las últimas semanas que convoque unos comicios regionales para evitar que el Gobierno catalán pase a un estado de funciones si la sentencia se convierte en firme.
"Si el Estado llega a la irresponsabilidad de inhabilitarme, sólo habrá un culpable, él mismo, no seré yo quien en este momento tan crítico aboque al país una carrera electoral irresponsable", mantuvo Torra, descartando por completo el escenario electoral.
El dirigente independentista subrayó que su única "ambición" al frente del Ejecutivo catalán es "el proyecto colectivo hacia la independencia" y afirmó: "Nunca me separarán de mi compromiso insobornable con este país".
Si Torra no convoca elecciones y se hace efectiva la inhabilitación, ante la falta de un candidato para celebrar un debate de investidura el presidente del Parlamento catalán podría activar la cuenta atrás hacia una convocatoria.
Este es uno de los escenarios que barajan los independentistas, y que con sus distintos plazos sitúa el horizonte de elecciones en Cataluña en los primeros meses de 2021.
Mientras, la ley del Gobierno catalán indica que sería el vicepresidente Pere Aragonès quien asumiría las funciones de presidente con competencias limitadas.