En un comunicado, el gobierno de Río de Janeiro informó que su salida se debe a "motivos personales" y que continuará respondiendo a las demandas de la secretaría hasta que se nombre a un sustituto.
Antes de él, ya dejaron el cargo Edmar Santos y Fernando Ferry; la secretaría de salud está en medio de un escándalo por fraudes en la compra y licitación de equipamientos y hospitales de campaña para pacientes de COVID-19.
La supuesta trama corrupta habría estado formada incluso por el exgobernador Wilson Witzel, recientemente destituido del cargo por la Justicia, y que en paralelo también se enfrenta a un proceso de impeachment.
Río de Janeiro es el segundo estado brasileño más afectado por la pandemia, sólo superado por Sao Paulo; según los datos oficiales del ministerio de Salud tan sólo en esta región ya hay más de 17.400 muertos y casi 247.000 personas contagiadas.