En su discurso en la ceremonia Pazuello hizo una evaluación positiva de su gestión de la pandemia del nuevo coronavirus.
"El colapso del sistema público de salud no ocurrió y no va a ocurrir", afirmó.
El nuevo ministro de Salud reconoció que asumió el cargo en el peor momento de la pandemia.
"Era un momento crítico, tuvimos que cambiar la rueda con el carro andando", ejemplificó, y agradeció a Bolsonaro por la "libertad total" que le dio para implantar las medidas necesarias.
El ministro prestó su solidaridad a los familiares de las víctimas del COVID-19 y alabó el trabajo de los profesionales sanitarios.
Celebró que Brasil ya cuente con 3,6 millones de personas recuperadas de la enfermedad, "una de las mayores cantidades de recuperados del mundo".
Pazuello también hizo un análisis optimista sobre la situación de la pandemia en el país; dijo que hay una "estabilidad bien definida" en los estados del norte y del noreste y que en el centro y en el sur hay una "tendencia de caída clara", porque en breve habrá una vuelta a la normalidad.
"Nuestro trabajo y nuestro empeño está teniendo el efecto esperado", resumió.
El presidente Jair Bolsonaro, por su parte, agradeció a Pazuello su trabajo y aseguró que el anterior ministro de Salud (en referencia a Mandetta) "no resolvió nada".
Pazuello es un general del Ejército sin experiencia médica pero con una trayectoria marcada por grandes operaciones de logística; trabajó en la coordinación de la seguridad de los Juegos Olímpicos de Río 2016 y en la "Operación Acogida", que recibe a los inmigrantes venezolanos en la frontera norte.
Pocos días después de asumir el cargo de forma interina nombró a otros nueve militares para puestos hasta entonces ocupados por perfiles técnicos, lo que provocó fuertes críticas.
También tuvo que hacer frente a la polémica cuando el ministerio cambió la forma de recopilar los datos de muertos y afectados por el COVID-19 (lo que se interpretó como un intento de maquillar los números), y cuando el ministerio modificó el protocolo técnico para pasar a recomendar el uso de cloroquina para pacientes con síntomas leves, tal como quería Bolsonaro.