Según los datos recolectados, miles de millones de personas, casi un cuarto de la población mundial, están infectadas con algún tipo de gusano parásito, también conocido como nematodo. Estas criaturas no son nada inocuas: algunas pueden causar ceguera, deterioro cognitivo e incluso la muerte.
Agregó que pueden ser miles de parásitos en un organismo y el sistema inmunológico nunca da señales de que algo anda mal. Los científicos saben poco de cómo es posible, señaló.
Hasta ahora, lo que sabemos es que los nematodos exudan una saliva venenosa que les ayuda a evitar ser detectados, explicó. Estudiando cómo exactamente ese veneno suprime partes de nuestro sistema inmunológico, Dillman espera ayudar a los científicos a descubrir cómo tratar mejor los mortales desórdenes autoinmunes, tales como la enfermedad inflamatoria intestinal o la enfermedad celíaca.
Cómo se investigan los nematodos
La investigación de Dillman se centra en la identificación de las proteínas específicas en el veneno de un nematodo que le ayudan a engañar a un huésped para que ignore su presencia.
"Son maestros en la modulación del sistema inmunológico", dijo. "Mi objetivo es identificar las vías químicas que permiten que suceda", agregó.
Algunas moscas de la fruta mueren en cuestión de horas, otras tienen una respuesta inmune. Dillman espera descubrir este proceso.
Sin embargo, recolectar suficiente veneno para hacer estos experimentos es un desafío, dijo, ya que requiere un trabajo meticuloso de los nematodos microscópicos.
"Se necesitan millones para obtener una cantidad apreciable de veneno", añadió Dillman.
Las perspectivas del uso del veneno de los gusanos
"El sistema inmunológico humano parece inmejorable, y aún así estos gusanos parásitos pueden infectarte y esconderse completamente", afirmó Dillman. "Eso es una locura", remató.
"Hay pruebas convincentes de que tener una infección por nematodos puede ayudar a regular una respuesta inmunológica desordenada", aseguró Dillman, añadiendo que los ensayos clínicos anteriores han utilizado nematodos para tratar la celiaquía, la enfermedad de Crohn, la esclerosis múltiple, la enfermedad inflamatoria intestinal y la artritis reumatoide.
Dillman ve una explicación lógica en la posibilidad curativa de los nematodos en la inflamación intestinal. Muchos tipos viven en los intestinos, por lo que una respuesta inmune podría fácilmente matar al gusano o expulsarlo de nuestro cuerpo. Para evitar esto, los nematodos parecen ser capaces de controlar el peligro por sí mismos, aseguró.
Los científicos no saben cómo lo hacen, aunque es presumiblemente secretando un cóctel de proteínas en su huésped.
Dillman dijo que tal cóctel "podría ser explorado como una vía de tratamiento", dado que infectar a alguien directamente con nematodos no es una idea atractiva.
"Pero podríamos algún día usar estas proteínas para desarrollar drogas que logren un efecto similar", añadió.
También está investigando la modificación genética de los cultivos para que puedan secretar una toxina similar por sí mismos para protegerse de los insectos.
La vasta variedad de los nematodos
Entre 28.000 y 29.000 especies de nematodos son conocidas por la ciencia. La mayoría de los nematodos son microscópicos, aunque algunos pueden llegar a ser enormes.
"Los parásitos que infectan a los mamíferos más grandes, como las ballenas, pueden tener un metro de largo y ser tan gruesos como un lápiz", explicó Dillman.
Pero solo el 15% son parásitos de animales, dijo Dillman. El resto vive en el suelo, los océanos y el agua dulce, cumpliendo funciones críticas del ecosistema como el reciclaje de nutrientes en el suelo.