El primer lote del fusil de asalto de nueva generación fue entregado al Ejército de Rusia a finales de 2018. En 2019 tuvo inicio la producción en serie a gran escala del arma. En un año se entregaron ya 4.000 unidades a los soldados del país.
Desde entonces, el AK-12 ha experimentado muchos cambios y modernizaciones para cumplir con todos los requisitos de las FFAA rusas. En 2017, el rifle de asalto pasó todas las pruebas necesarias, por lo que se recomendó su adopción en servicio.
Recientemente, a finales de agosto, Kalashnikov presentó una versión modernizada del arma durante el foro técnico-militar internacional Army 2020. Con base en las recomendaciones de las unidades militares que ya utilizan el arma, se introdujeron cambios de diseño para mejorar la ergonomía y hacer más conveniente su mantenimiento.
"En un futuro próximo, las tropas recibirán la nueva versión de los rifles de asalto AK-12. La mejora de cualquier nuevo modelo de armas de fuego es para cualquier fabricante un proceso continuo, que suele extenderse años", dijo a Sputnik Dmitri Tarasov, director general de Kalashnikov.
El AK-12 representa el inicio de una nueva generación de armas automáticas de la marca Kalashnikov. El fusil de asalto servirá de base para una serie de armas de varios calibres para uso civil y militar que planea lanzar la compañía en el futuro.