Sin la voluntad del depositario del poder legislativo, la Armada de EEUU no tendrá el dinero suficiente o la autorización necesaria para comenzar la construcción de estas naves, que será fruto del contrato de 10.400 millones de dólares firmado con el astillero estadounidense General Dynamics Electric Boat.
Se espera que estas limitaciones impidan nuevos desarrollos y congelen la financiación prevista para el 2020, informa el portal Defense News.
La Cámara de Representantes y el Senado pueden aprobar una resolución presupuestaria antes de que el 30 de septiembre termine el año fiscal 2020 para evitar el posible cierre del Gobierno. Es posible que el Congreso necesite más tiempo para autorizar un paquete de apropiaciones para el año fiscal 2021.
Más allá de Columbia, la Casa Blanca además busca que los legisladores estadounidenses muestren flexibilidad respecto a las armas nucleares y a las nuevas cuentas de la Fuerza Espacial de EEUU. También desea que den luz verde para poner en marcha el desarrollo de la nueva ojiva nuclear W93, junto con la implementación de los demás programas federales de agricultura y seguridad nacional, entre otros ámbitos.
Para los submarinos de la clase Columbia un recorte presupuestario podría provocar retrasos en el programa que el Departamento de Defensa ha impulsado, hasta el punto de que, si todo no va bien, EEUU podría correr el peligro de no tener barcos suficientes para cumplir su misión estratégica de disuasión.
"La intención sería pagar por esa opción tan pronto como sea posible tras la asignación del año fiscal 2021 para asegurarnos de que esta sea la prioridad número uno. Esto nos permitirá comenzar la construcción del primer barco a precio completo y empezar la del segundo (…) en 2024", enfatizó el secretario adjunto de la Armada estadounidense para investigación, desarrollo y adquisición, James Geurts.
Columbia es la primera clase de sumergibles estadounidenses que portará misiles balísticos desde la década de 1970. Su lanzamiento está previsto en 2028 y su primera patrulla deberá realizarse en 2031. La Armada de EEUU planea adquirir un total de 12 buques.
Los representantes de la Marina han reiterado que el Columbia es su principal prioridad y que no podrá sacrificarse. Una vez en servicio, estos submarinos deberán reemplazar a los de la clase Ohio.
"Se trata de un componente absolutamente crítico de la tríada. Cuando botemos el Columbia, la clase Ohio cumplirá casi 40 años en servicio. Así que debemos reemplazar esta parte estratégica, que tiene que salir de nuestro presupuesto ahora mismo", aseveró el almirante Michael Gilday durante un foro organizado por el Instituto Naval de Estados Unidos.