"Volvió el caos. Las colas son larguísimas; hay que dormir frente a una bomba [estación] para poder tener una miseria de combustible", contó a Sputnik el comerciante Francisco Rodríguez, de 56 años.
Rodríguez señaló que después de pasar toda la noche frente a una estación de servicio, solo logró que le colocaran veinte litros de combustible a su auto, "lo que es igual a un cuarto de tanque, es decir, nada".
A partir de ese momento, en la mayoría de las estaciones se fijó el precio de 0,50 dólares por litro, y el Gobierno mantuvo algunas subsidiadas, en las que hace dos semanas comenzaron a alargarse las esperas para surtir el tanque de los autos.
Kilómetros de fila
Yrecelin Lugo, una administradora de 41 años, contó a Sputnik que para surtir el tanque de su auto en una estación de servicio del estado La Guaira (norte), tuvo que hacer nueve horas de fila.
"Llegué a las 21:00 a una bomba subsidiada del centro de La Guaira, y tuve que ir hasta allí porque donde vivo que es Caribe (este) estaban cerradas, pude echar a las 6:00, y al menos el tanque completo", indicó.
El 2 de septiembre, las filas alcanzaron también a las estaciones con precio internacional, y la realidad que se ha vivido desde hace varias semanas en otros estados, alcanzó a Caracas.
Sputnik realizó un recorrido por varias estaciones de la capital y en algunas las filas de autos superaban los seis kilómetros, mientras que en el estado La Guaira solo una estación de servicio estaba trabajando.
El presidente Nicolás Maduro denunció que EEUU impide a Venezuela adquirir combustible para abastecimiento nacional, así como comprar repuestos o aditivos para sus plantas o contratar una empresa de servicio para mantenimiento; todo esto a través de las sanciones que desde 2017 aplica contra el país.
Recientemente, el Gobierno estadounidense confirmó la incautación de cuatro barcos que viajaban cargados con combustible para la nación caribeña.
Sin embargo, posteriormente, Washington aplicó medidas contra las empresas que aseguraron la carga, las navieras, y nuevas sanciones contra Irán.
Hasta el momento, las autoridades venezolanas no han explicado a qué se debe la nueva crisis del combustible, que llega en medio de la pandemia por COVID-19.