Emmanuel Macron, el mandatario del país galo, rechazó la solicitud de Cocq, un hombre de 57 años que sufre de isquemia, una enfermedad degenerativa incurable.
"Su deseo es pedir ayuda activa para morir, lo cual no está actualmente permitido en nuestro país. Dado que no estoy por encima de la ley, no puedo acceder a su petición", puntualizó Macron.
Para mostrar la "agonía" causada por la ley, Cocq declaró que empezó a rechazar la comida, bebida y las medicinas, salvo los analgésicos, y que va a trasmitir el final de su vida en su página de Facebook. Cree que la muerte llegará en "cuatro o cinco días".
"Sé que los días venideros van a ser difíciles, pero he tomado mi decisión y estoy tranquilo", afirmó Cocq.
Según Cocq, Macron era el único que podía autorizar la eutanasia.
En sus declaraciones a AFP, Cocq agregó que espera que su lucha sea recordada y un paso más hacia el cambio de la ley.