"Los problemas fronterizos han afectado seriamente las relaciones entre los dos países y sus fuerzas armadas. Las causas y la situación real que llevaron a las tensiones actuales en la frontera, están absolutamente claras, la totalidad de la responsabilidad recae en la parte india", afirmó Wei citado en una nota de su ministerio.
Wei subrayó que el Ejército chino tiene las capacidades necesarias para defender la soberanía y la integridad del país.
China y la India disputan una parte del territorio montañoso del norte de la región de Cachemira, además de unos 60.000 kilómetros cuadrados en el estado de Arunachal Pradesh. La Línea de Control Actual, que separa a los dos países, pasa por la región de Ladakh.
La situación en Ladakh se agravó en mayo de 2020 después de que unos 250 soldados chinos e indios se enfrentaran en la zona de Pangong Tso. La violencia, que se prolongó hasta el día siguiente, causó más de 100 heridos en ambos bandos y cesó tras una reunión de jefes locales.
El 15 de junio se produjo un nuevo enfrentamiento cerca del río Galwan que se saldó con decenas de soldados muertos y heridos de ambas partes.
Para normalizar la situación, los jefes militares y diplomáticos de la India y China mantuvieron varias rondas de consultas, como resultado de las cuales las tropas de los dos países se retiraron casi a las mismas posiciones que ocuparon antes del conflicto.