"De acuerdo con la información de Welt, Lukashenko no será incluido en la lista de sanciones de la UE. Por ello abogó Alemania, apoyada por Francia e Italia", dice el medio.
El periódico señala que esos tres países insistieron en eximir de sanciones a Lukashenko para "mantener abiertos los canales de diálogo" con el líder bielorruso.
En los primeros días que siguieron a la votación, los agentes de seguridad dispersaron con gas lacrimógeno, balas de goma, cañones de agua, granadas aturdidoras e incluso fusiles con acción de bombeo a los manifestantes que protestaban por un supuesto fraude electoral. Miles de personas fueron detenidas, centenares resultaron heridas y al menos tres fallecieron.
Las escenas de violencia cesaron en los días siguientes, pero las protestas continuaron y trascendieron de la calle a algunas cadenas de televisión públicas y compañías industriales, que se declararon en huelga.
La oposición bielorrusa denunció numerosas irregularidades electorales y por ello exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko ha descartado en términos contundentes.
Además, la UE prometió sanciones contra responsables por el fraude electoral y la violencia en Bielorrusia, y el 28 de agosto pasado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, informó que la lista de sanciones de la Unión Europea incluirá a altos funcionarios bielorrusos.
El 31 de agosto Letonia, Lituania y Estonia anunciaron la decisión de prohibir la entrada a sus territorios para 30 funcionarios bielorrusos, incluido Lukashenko.