En una entrevista con la Radio Nacional de España (RNE), Ayuso recordó que el Ministerio de Sanidad también ha rechazado la posibilidad de un confinamiento, por lo que el Gobierno regional se inclina por "seguir apelando a la responsabilidad individual".
"Si Madrid se cierra, se hunde España, porque somos la capital", afirmó.
En ese sentido, apeló a "darnos cuenta de que ahora lo importante es volver al trabajo, a clase y cuidarnos".
Destaca especialmente que, a partir del 7 de septiembre, se limitarán las reuniones sociales a un máximo de diez personas, algo que hasta ahora solo era una recomendación de las autoridades para espacios públicos.
Asimismo, se endurecen las restricciones de aforo en bodas, en las que no se permitirá la instalación de pistas de baile, y se limita el aforo a funerales, con un máximo de 50 personas al aire libre y 25 en espacios cerrados.
En la hostelería se introduce la novedad de que será necesario garantizar una distancia de seguridad de 1,5 metros entre sillas asignadas a diferentes mesas, algo que antes solo se aplicaba a las propias mesas.
En los lugares de culto se reduce el aforo del 75% al 60% y, además, se prohíben las celebraciones taurinas, algo que generó gran polémica en las últimas semanas tras la cancelación a última hora de una feria que planeaba reunir a más de 5.000 personas.
Estos anuncios llegan tras varios días en los que Madrid encabeza, con mucha diferencia, el aumento de los contagios por COVID-19 en toda España.
En las últimas dos semanas Madrid acumula por sí sola un 30% de los 100.000 casos registrados en toda España.
En ese periodo, Madrid tiene una incidencia acumulada de 467 casos por cada 100.000 habitantes, una cifra que dobla la media nacional, situada en 212.