Muchos ahora temen un rebrote del virus entre octubre y noviembre que pondría de nuevo en máxima alerta el sistema de salud.
Los temores no son infundados. Desde que el virus hizo su aparición en Colombia, el pasado 6 de marzo, Bogotá es la ciudad con mayores casos de víctimas por el SARS-CoV-2, con 219.584 contagios en la actualidad, por lo que de no cumplirse las medidas de bioseguridad se pueden presentar más de 9.000 casos de hospitalización general y casi 3.000 de atención en Unidades de Cuidado Intensivo (UCI), advirtió un reporte de la Universidad Nacional.
"O me mata el covid o me matan las culebras (deudas, en el argot popular colombiano), así que tengo que salir a trabajar porque no me queda de otra, la barriga tampoco da espera", dice a Sputnik un vendedor callejero en el populoso sector de San Victorino, en el centro de Bogotá.
Allí, miles de vendedores apretujados en los andenes y plazoletas buscan "hacerse lo del día" mientras se abalanzan hacia los peatones, a quienes intentan llamar la atención con gritos de "tres pares de medias a 10.000 pesos (1,3 dólares)" y "todo lo que lleve a mil, a mil, a mil (unos 27 centavos de dólar)", entre otras tantas baratijas.
Ley de la calle
Tras el anuncio de la nueva fase de aislamiento selectivo, que en principio va hasta el próximo 30 de septiembre, miles de vendedores informales se volcaron a las vías generando aglomeraciones, lo que obligó a la Policía de Bogotá a intervenir para que se respete el distanciamiento necesario por la pandemia, una de las medidas que pareció olvidarse tanto como el uso del tapabocas.
"Tienen que aprender a salir como adultos (...) Yo no soy la mamá, yo soy la alcaldesa", dijo Claudia López en una rueda de prensa, luego de una sarta de críticas que debió afrontar debido a tales amontonamientos.
Hasta el pasado 31 de agosto el número de camas en UCI en Bogotá era de 1.334, por lo que López y las autoridades distritales confían en que, de cumplirse las medidas de bioseguridad, a finales de octubre haya cerca de 6.000 casos de hospitalización general y 1.700 que requieran atención en cuidados intensivos.
Ante la situación, el Distrito ha recordado que no usar el tapabocas puede acarrear una multa de hasta 936.320 pesos (256 dólares), mientras que las aglomeraciones son objeto también de sanciones hasta la suspensión temporal de la actividad económica, pese a lo cual son varios quienes no atienden ninguna de las medidas, como pudo constatar Sputnik.
Acto malabárico
Lograr el balance entre reactivación económica y evitar nuevos contagios resulta un verdadero acto de malabarismo para las autoridades, justo en momentos en que el propio ministro de Salud, Fernando Ruiz, ha reconocido que los contagios empiezan a disminuir y que el país ha entrado en una suerte de meseta respecto de las cifras de enfermos.
Sin embargo, los datos no son tranquilizantes para el médico y diputado José Luís Correa, quien en días pasados denunció manipulación en los datos sobre contagios del virus por parte de Ministerio de Salud tras advertir una reducción en el número de pruebas diarias y así crear una "falsa realidad" sobre disminución de contagios.
"En lugar de hacer estrategias estrictas y verdaderamente eficaces lo que empezamos a hacer fue menos pruebas para que nos salieran menos pacientes positivos", acusó el congresista en redes sociales.
De hecho, según los registros oficiales, el 1 de agosto se realizaron 36.050 pruebas PCR (prueba de diagnóstico directo), mientras que para el 30 de agosto bajaron a 26.879 y el 3 de septiembre fueron 23.735.
Por su parte, el presidente Iván Duque ha reiterado que se deben mantener las medidas de bioseguridad, ya que "Colombia no está regresando a ninguna normalidad" aunque una buena parte de los 39.620 vendedores informales que se calcula hay en Bogotá parecen opinar lo contrario.