"La suma total asignada por los países occidentales para financiar las actividades de la organización no gubernamental Cascos Blancos en Siria fue de unos 100 millones de euros. La mayor parte se destinó a la escenificación de tramas que desacreditan al Gobierno sirio ante la comunidad internacional", dice el documento.
Además se subraya que al perseguir sus propios objetivos políticos, los países occidentales continúan con esta política para desprestigiar a Siria y su Gobierno no solo con la financiación, sino también a través de las sanciones.
En una reciente entrevista con Sputnik, el asesor del secretario del Consejo de Seguridad ruso Alexandr Venedíktov, reveló que el fundador de los Cascos Blancos, James Le Mesurier, era quien "vendía sus engaños" a las autoridades estadounidenses, alemanas y otras occidentales durante años.
En noviembre de 2019, Le Mesurier fue hallado muerto en Estambul, Turquía. Las autoridades investigaron los hechos y concluyeron que no hubo delito en su muerte, a pesar de que tenía fracturas en sus extremidades y cortes en la cara, tras lo cual procedieron a cerrar la causa penal.