El ente abrió una investigación después de que salieran a la luz los detalles sobre dos casos de espionaje realizado por el banco contra sus empleados de alto rango. Uno de estos fue Iqbal Khan, quien dirigía la división de gestión de patrimonio de Credit Suisse y que, según los medios locales, ahora trabaja en el banco rival UBS.
Los procedimientos de ejecución se centrarán en las infracciones de las leyes de control y "en la cuestión de cómo se documentaron y se controlaron" las actividades de observación y de seguridad realizadas por el banco, escribe el periódico Financial Times.
Bouée, quien también fue la persona de confianza del director general Tidjane Thiam, reconoció haber ordenado personalmente espiar a unos empleados de Credit Suisse, por lo que acabó siendo despedido, informa el medio.
Como resultado, el mismo Thiam se vio obligado a renunciar a su cargo en febrero de 2020. Aseveró que no sabía nada del espionaje y reconoció que esta revelación le causó ansiedad y dolor. El banco no encontró ni una sola prueba que incriminase a Thiam.
Según FINMA, en la primera etapa el regulador buscará más pruebas, solicitando documentos adicionales, contratará a un investigador o realizará revisiones y entrevistas in situ. Se espera que sus procedimientos de ejecución continúen durante varios meses.
A su vez, Credit Suisse resaltó que "continuará cooperando plenamente con FINMA y está dispuesto a apoyar su esfuerzo para asegurar una conclusión completa y rápida del examen e incorporar las lecciones aprendidas".
Esta investigación representa un reto para el nuevo director general de Credit Suisse, Thomas Gottstein, que está tratando de acabar con los titulares embarazosos en los medios de comunicación que dañan la imagen del banco.
Gottstein es uno de los veteranos del banco que sucedió a Thiam en su cargo, ganándose aplausos por haber conseguido dirigir el ente financiero a través de la pandemia. En julio de 2020 reveló cambios radicales en la estructura de gestión del banco.