Los expresidentes que manifestaron su apoyo a Martín Villa son Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Es decir, todos los presidentes del Gobierno español entre 1982 y 2018.
Según avanza El Diario, la carta enviada por Zapatero defiende el papel de Martín Villa en la transición de España a la democracia, a la que contribuyó "con convicción y eficacia".
En concreto, le señala como "un elemento central del Pacto de la Transición" y afirma que "esta y no otra es precisamente la huella que él deja en la historia reciente de España".
Felipe González va aún más lejos y llega a decir que "se deberían depurar responsabilidades de los que, a mi juicio, de mala fe lo instaron [en este proceso] y sin sentido"
Las muestras de apoyo a Martín Villa llegaron también por parte de antiguos líderes sindicalistas, exministros de distinto signo político e incluso del actual Alto Representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell.
Apenas seis meses después asumió el cargo de ministro del Interior, y más tarde, ocupó también varios asientos en el Gobierno tras la victoria de Adolfo Suárez en las elecciones de 1979, las primeras bajo la actual Constitución.
La jueza argentina le investiga por más de una decena de delitos de homicidio agravado en un contexto de lesa humanidad.
Uno de los casos más conocidos por los que es reclamado es por la masacre del año 1976 en Vitoria, donde cinco activistas fueron asesinados por los cuerpos de seguridad, que emplearon armas de fuego contra trabajadores que se habían declarado en huelga.
En ese momento Rodolfo Martín Villa era el responsable de las fuerzas de seguridad del Estado como ministro del Interior y era conocido popularmente como "la porra de la Transición".
También se investiga su papel en los Sanfermines de 1978, cuando la Policía irrumpió en la plaza de toros de Pamplona usando fuego real matando a una persona e hiriendo a otras siete en un dispositivo que tenía por objetivo aplacar los enfrentamientos entre los asistentes después de que un grupo de personas desplegara una pancarta por la amnistía de los presos de la dictadura.
Precisamente, Martín Villa pretende que las cartas de apoyo presentadas ante la jueza sirvan para "defender que en la Transición, que ha sido una de las mejores etapas de nuestra historia reciente, fue imposible que hubiese un genocidio", según recoge eldiario.es.
El actual vicepresidente segundo del Gobierno español, Pablo Iglesias —líder del joven partido de izquierdas Podemos, al que no pertenecen ninguno de los firmantes de las cartas— publicó un escueto comentario en Twitter calificando como una "vergüenza" las muestras de apoyo a Martín Villa.
Por su parte, la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (Ceaqua) publicó un comunicado en el que califican estas cartas como un "burdo intento" de ejercer "presión política" sobre la jueza Servini.
"Constituye un intento de injerencia gravísima, una vez más, en la tramitación de una causa judicial que, en todo momento, ha sido obstaculizada por las autoridades españolas al objeto de impedir la investigación de los crímenes cometidos durante la dictadura franquista y la Transición", dice el comunicado.
El comunicado de la coordinadora termina asegurando que Martín Villa fue uno de los mayores representantes de la "dictadura sanguinaria" y manifiesta su deseo de que finalmente sea procesado para "poner fin a un modelo de impunidad incompatible con un modelo democrático".