Desde el punto de vista biológico, hay tres edades cruciales en la vida de un adulto, apuntó al diario ruso KP el gerontólogo Alexéi Moskaliov, doctor en Ciencias Biológicas.
Continuó que el siguiente pico de cambios está a la edad de 60 años. A esta edad la división celular y la regeneración de los tejidos se ralentizan tanto que el mantenimiento de las funciones vitales se ve afectado. Como resultado, a esta edad en promedio se forman alrededor de tres enfermedades crónicas.
Por último, a los 75 años, se deteriora la matriz extracelular, que es la base del tejido conectivo que proporciona apoyo mecánico a las células y la transmisión de sustancias químicas en el cuerpo. Tras estos cambios las barreras protectoras se pierden y hasta los órganos más resistentes, en particular el cerebro, se ven afectados. El número de enfermedades crónicas es de hasta siete en promedio, señaló el gerontólogo.
"Estas son cifras promedio, y dependen en gran medida del estilo de vida de la persona", precisó Moskaliov.
"La nutrición, el entrenamiento físico, el nivel de estrés y la capacidad de manejarlo, la situación ambiental juegan un papel importante", subrayó al agregar que también son importantes el diagnóstico temprano y el inicio oportuno del tratamiento de las enfermedades crónicas.
"En Europa, en algunos lugares esta cultura es tradicional, por ejemplo en Italia, España, Grecia. En otros lugares, por ejemplo en países escandinavos, se imparte desde la primera infancia", afirmó Moskaliov.
Según su opinión, la eficacia de las medidas preventivas contribuye a la longevidad profesional y ahorra enormes cantidades de dinero. "La prevención es el mejor tratamiento", finalizó.