Tras registrar una entrada de tan solo 200.000 turistas en el mes de junio y con una ocupación hotelera de apenas un 40% durante la temporada alta (un 35,6% en julio, según datos del INE, aunque asciende al 40,5% los fines de semana), las previsiones no auguran una recuperación del sector en otoño.
También pone el ejemplo de lo que sucedió tras los atentados del 11-S en Nueva York: "Ni dios viajaba a Marruecos, y eso que no tenían nada que ver con esos locos. Así que ahora, que está en juego la salud de todo el mundo, pues imagínate".
📊 Datos de #Turismo del INE (julio 2019-julio 2020).
— Adrián Vidales (@AdriVidales) August 24, 2020
✅ Caída del 73'4%.
✅ El turismo nacional baja un 50% y el extranjero un 85,7%.
✅ Los viajeros procedentes de Alemania (25'1%) y Reino Unido (15,2%) lideran las visitas a España, que aún así caen un 79,4% y 91,4%. pic.twitter.com/jeTBmY1waW
Un sector fuerte
Pese a los malos datos consignados y los que están a punto de hacerlo, los expertos no dudan de que la industria turística española superará el golpe de la pandemia, pues es un sector con mucha fortaleza.
"En realidad España abrió sus aeropuertos al flujo de turistas extranjeros, pero las restricciones de varios países europeos y la aparición de rebrotes han hecho que, al final, la gente se espante", afirma Rondón, también vocal de la Asociación Española de Expertos Científicos en Turismo (AECIT).
"En este contexto el turismo nacional ha aumentado, aunque es una falsa impresión, pues lo que ha pasado es que no ha caído tanto como el turismo extranjero", explica, detallando que el flujo de turistas patrios en las costas andaluzas ha descendido entre un 20% y un 30%.
Su colega Mazón, también colaborador de la AECIT, explica que hay destinos muy bien implantados y que podrán aguantar esta crisis. "Benidorm es uno de ellos", apunta. Pese a la menor ocupación hotelera ("los aviones vienen vacíos") el modelo resistirá "porque es duro, Benidorm funciona como una fábrica suiza de relojes".
TURISMO : MES DE JULIO SEGÚN #HOSBEC #Benidorm perdió el 85% de sus pernoctaciones hoteleras en este mes.
— Benidorm Live (@benidormlive) August 26, 2020
El turismo en la Comunidad Valenciana se redujo un 70% durante julio.
Los ingresos por habitación disponible se desplomaron un 60% pic.twitter.com/67zPstvWyP
Oportunidad para otro modelo
La caída de la demanda externa debido a las restricciones impuestas por los principales países emisores de turistas a España desde finales del mes de julio, como Reino Unido o Alemania, parece abocar a la principal industria española a depender de un plan de ayuda lo más potente posible para tratar de asegurar la supervivencia de gran parte de este tejido empresarial y el empleo que de una u otra forma está ligado a él.
"Es imposible que palíe la ausencia del turismo extranjero. Las grandes cifras no las movemos con el turismo rural", asume Tomás Mazón.
No obstante, sostiene su colega Rondón, puede suponer el acceso al mercado laboral "de gente que ahora no tiene posibilidad de hacerlo". "Por eso, aunque sea pequeño en cifras, es importante para la economía, porque hay pueblos enteros que están hundidos y ahora podrían tener una oportunidad", razona, alegando también que un país moderno se distingue también por modelos inclusivos que ofrezcan "algo más que sol y playa", si bien reconoce que "es un paño caliente y no la solución, dado que en términos porcentuales nunca podrá siquiera aproximarse a las cifras del turismo a gran escala".
Ambos docentes son de la opinión de que la actividad turística está en un paréntesis, no en un proceso de destrucción. "El turismo va a seguir funcionando, dentro de tres meses o un año", afirma tajante Tomás Mazón. "Este turismo va a volver", prosigue en su explicación. "¿Quiénes lo van a recibir? Aquellos que aguanten el envite del virus. El que tenga un hotelito lo tiene difícil, pero habrá que ayudar a todos".
Viendo el desplome del gasto de los consumidores y de las ventas minoristas en Reino Unido, podríamos pensar que en su decisión de restringir el turismo a España también es "económica". Salvar a su pequeña-burguesía, aumentar su gasto interno, fortalecer su giro proteccionista. pic.twitter.com/vOhcu2D6i0
— Brais Fernández (@BraisRomanino) July 29, 2020
La dependencia del turismo español
La crisis desatada por la pandemia ha puesto de relieve que las características del modelo turístico español, a gran escala, le hacen muy dependiente del exterior. Satisface voluntades cuyo flujo no controla.
"Dependemos del turista extranjero, de los turoperadores extranjeros y de las decisiones que tomen en Londres, Frankfurt y Manchester", explica Tomás Mazón. "A la gente de fuera la traen los turoperadores alemanes, ingleses, belgas… Nosotros solo estamos aquí para recibirlos. No tenemos turoperadores que traigan a los ingleses, nunca se ha podido conseguir", se lamenta, mientras explica que los turoperadores españoles controlan otros flujos. "Son los que nos llevan a nosotros a Yucatán y Santo Domingo".
"Leo las declaraciones de Gabriel Escarrer [vicepresidente y consejero delegado de Hoteles Meliá, quien ya en junio abogaba por tests masivos y la introducción de un pasaporte sanitario para turistas] y yo digo chapeau, es lo que hay que hacer, igual que Viajes El Corte Inglés. Ellos van a sobrevivir, tienen medios para aguantar".
Gran iniciativa de la Fundación Transforma España, presidida por el gran @EduardoSerraRexach. Yo me he sentado a LA MESA, ¿queréis escucharme? https://t.co/X3ulLHZl4yhttps://t.co/SDitwV2P7i
— Gabriel Escarrer (@GabrielEscarrer) July 23, 2020
Por su parte, Luis Miguel Rondón piensa que "hacen falta ideas para activar el turismo nacional". "Tenemos condiciones para desarrollar un turismo sostenible e inclusivo", advierte. Y se muestra "escandalizado" con el modelo turístico de las llamadas economías colaborativas, "que ni generan empleo, ni promueven el consumo, ni garantizan la seguridad en estos momentos, detrás de los pisos de Airbnb figuran empresas holandesas que no pagan impuestos aquí".
En opinión de este sociólogo, no es de extrañar que, aun dentro de la bajada del turismo nacional, "haya aumentado el consumo de los productos de las agencias de viajes". "La gente no se fía ahora mismo y quiere garantías".
Unas cifras previas nefastas
Según las estimaciones de Exceltur, el empeoramiento de las expectativas conduce a una previsión de pesadilla, con pérdidas asociadas que pueden ascender a 98.753 millones de euros.
La actual temporada de verano está siendo la peor de la historia reciente por las consecuencias derivadas de los rebrotes y los números de agosto empeorarán los de julio. Hay que tener en cuenta que el cálculo previo en junio, cuando la epidemia parecía controlada, auguraba una caída en los ingresos de este sector de la economía de 83.134 millones de euros. Es decir, el descenso se ha empeorado en 15.620 millones más.
"Agosto ha sido malo y septiembre va a ser fatal, pueden confinarnos a todos", asegura Mazón, incidiendo en el hecho de que la situación sanitaria determina la turística. "Hasta que no se solucione una, no se solucionará la otra", prevé. "Por el camino, restaurantes y hoteles pequeños, desaparecerán".
Las cifras previstas suponen una reducción del 64,7% en comparación a 2019, cuando llegaron a España más de 83 millones de extranjeros. El 84% de este encogimiento atiende a la caída de la demanda externa.
"En ningún sector de la economía hay seguridad predictiva cuando discurre una crisis", afir. "Y en esta menos todavía, porque no dependemos de nuestras acciones en el sector, se puede desmontar todo por factores que no controlamos".
España... ¿El único país que se tropieza dos veces con la misma ola? 🤔😷😷😷😷 https://t.co/DC0aZTnDNs pic.twitter.com/MsOW35YmL9
— Carlos A. Scolari (@cscolari) August 23, 2020
Golpe a las regiones
El análisis pormenorizado por destinos arroja datos concluyentes: el turismo nacional y rural no parece paliar el golpe propiciado por la escasísima afluencia de visitantes extranjeros.
Así quedó consignado en julio, por ejemplo, en la provincia de Granada, donde sólo el 5% de sus turistas procedían de otros países. Con una ocupación hotelera inferior al 40%, el dato contrasta con 2019, el mejor en la historia de esta provincia andaluza, cuando sólo el 48% de los más de cinco millones de visitantes que pasaron por la provincia eran de nacionalidad extranjera.
El impacto sobre el empleo
Las consecuencias son devastadoras. En julio hubo 823.000 empleados menos, de los cuales, 517.000 se han mantenido gracias los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) aplicados, según el Servicio Público de Empleo (SEPE). El resto, hasta 306.000, son personas que no llegaron a ser contratadas.
Por regiones, Cataluña es la más afectada. Ha generado 19.000 millones de euros menos procedentes de la actividad turística (un ―56% menos respecto a 2019). La comunidad de Islas Baleares, con una dependencia máxima del turismo, ha dejado de ingresar 12.717 millones menos (caída del ―80,5%). En general, el sector turístico representa en España algo más del 13% del PIB.
El #turismo en #Espana perderá 98.753 millones de euros en 2020, un recorte del 64,7% vs 2019. El turismo representa el 14% del PIB de España. Dirán los #Independentistas #Catalanes que esa caída es culpa de #Madrid? #Covid_19 @Statista_ES pic.twitter.com/rOfhcNQSlv
— David Gutierrez 🇨🇷 🇪🇸 (@signopregunta) August 20, 2020
"En este país, si el turismo no funciona, se va todo a pique. Requiere medidas de apoyo para que las empresas se puedan mantener abiertas, aun dentro de la precariedad. El sector necesita ayuda urgente", explica el profesor Tomás Mazón.
Ante esta situación, en la que en el mejor de los casos unos 22 millones de extranjeros visitarán España en 2020, Exceltur exhorta a crear un plan urgente de medidas de ayuda para "salvar a las empresas turísticas viables a partir de septiembre". Se solicita la extensión de los ERTE hasta la Semana Santa de 2021, época más próxima en la que reactivar la actividad turística "con unas mínimas garantías".
Para Mazón, estas medidas son de pura lógica, pues "ahora la gente se está dando cuenta de que este sector nos da de comer a todos los españoles, independientemente del trabajo que uno tenga". "Hay entidades bancarias y comercios que no existirían si no existiese el turismo", concluye el sociólogo e investigador Tomás Mazón.