Con la decisión, publicada en la edición de este viernes 28 del Diario Oficial de la Unión, se vuelve "obligatoria la notificación a la autoridad policial por parte del médico, demás profesionales de salud o responsables (…) en los casos en que haya indicios o confirmación de delito de violación".
En esos casos, los profesionales médicos deberán preservar posibles evidencias materiales del delito, como fragmentos del embrión o del feto para realizar exámenes genéticos que puedan llevar a la identificación del autor del delito.
La legislación brasileña autoriza los abortos en tres supuestos: riesgo para la vida de la madre, violación y malformación cerebral del feto.
El texto publicado este 28 de agosto por el Ministerio también determina que las pacientes firmen un término de consentimiento con una lista de posibles complicaciones del aborto.
También incluye la exigencia de que los médicos informen a la mujer de la posibilidad de ver al feto a través de ecografías y ultrasonidos, algo que los especialistas consideran una forma de desincentivar a la mujer de practicar la interrupción del embarazo.
Estas nuevas normativas del Ministerio de Salud se publican poco días después de la polémica provocada por el caso de una niña de 10 años que se quedó embarazada tras ser violada constantemente durante cuatro años por su tío, de 33.
Grupos de religiosos fundamentalistas, incentivados por activistas como la bolsonarista Sara Winter, protestaron a las puertas del hospital e intentaron impedir el aborto.