La coordinadora de enfermería de la maternidad Cisam, de Recife (estado de Pernambuco, noreste), Benita Spinelli, confirmó que la menor dejó el centro esta madrugada: "Con el mismo esquema de seguridad que llegó, salió (…) el jefe que estaba de guardia la autorizó, vino un vehículo y se le llevó", informó.
Según la portavoz del centro, el estado clínico de la niña es bueno y el trabajo ahora deberá centrarse en la ayuda psicológica para superar los traumas después de cuatro años seguidos de abusos sexuales.
"Su estado de salud es bueno, con todas las restricciones que la situación puede causar, pero clínicamente está bien para seguir con su vida", manifestó Spinelli.
Según la Policía Civil del estado de Espírito Santo (sureste) la niña sufría violaciones por parte de su tío desde los seis años.
El tío de la niña, de 33 años, fue detenido el 18 de agosto en Betim, en el estado de Minas Gerais (sureste).
El aborto de la menor está encuadrado en los supuestos que permite la ley brasileña (en caso de violación o riesgo para la salud de la madre).
A pesar de ello, grupos religiosos y ultraconservadores se manifestaron en las puertas del hospital de Recife para intentar impedir el aborto.