"La Fiscalía de Transporte de Siberia Occidental impulsó el 20 de agosto la realización de una investigación preliminar por parte de los organismos policiales en relación con la hospitalización de Navalni en Omsk", dice el comunicado.
Por su parte, la dirección de transporte del Ministerio del Interior de Rusia en el distrito federal de Siberia informó que sus investigadores llevaron a cabo un examen de la habitación del hotel donde vivía Navalni, recorrieron las rutas realizadas por el opositor y revisaron las grabaciones de las cámaras de videovigilancia. Hasta el momento fueron incautados más de 100 objetos "que pueden tener un valor de prueba".
"Se realizan más de 20 estudios forenses distintos (…) de momento no se encontraron sustancias tóxicas ni estupefacientes", apunta la nota.
El 20 de agosto Navalni se sintió mal durante un vuelo de la ciudad rusa de Tomsk a Moscú, lo que obligó a los pilotos a realizar un aterrizaje de emergencia en Omsk. El opositor fue ingresado en el hospital de Omsk y puesto en coma inducido.
Por su parte, el médico jefe del hospital de Omsk, Alexandr Murajovski, informó que el principal diagnóstico del opositor es un trastorno metabólico provocado por una fuerte caída del nivel de azúcar en la sangre.
Dos días después de su hospitalización en Omsk, Navalni fue trasladado al hospital Charité de Berlín, en un avión medicalizado de la ONG Cinema for Peace.
El 24 de agosto el hospital Charité informó que los datos del examen clínico apuntan a un envenenamiento con una sustancia del grupo de inhibidores de colinesterasa —enzima vital para el funcionamiento normal del sistema nervioso— aunque el agente concreto todavía queda por determinar.
Los médicos alemanes señalaron que tratan a Navalni con atropina, medicamento que sirve como antídoto para los agentes nerviosos. El hospital Charité afirmó que el opositor sigue en coma, está grave pero su vida no corre peligro.
El médico ruso apuntó que un nivel bajo de colinesterasa puede ser provocado por "el uso de otros medicamentos".
Los partidarios de Navalni acusan directamente al Kremlin de estar detrás del estado de salud del opositor, algo que el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, ha negado y tildado de "ruido vacío". A la vez subrayó que no ve motivos para abrir una investigación penal sobre el caso de Navalni.
El 26 de agosto el Kremlin comunicó que el presidente ruso, Vladímir Putin, en una conversación telefónica con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, expresó su "interés en una investigación exhaustiva e imparcial de todas las circunstancias de lo ocurrido" con Navalni.