"Alexandr [Lukashenko, presidente de Bielorrusia] me pidió formar una reserva de agentes de servicios de seguridad y lo hice, pero quedamos en que esta reserva no se utilizaría mientras la situación no se salga de control", dijo Putin en una entrevista con la televisión Rossiya 24.
También comunicó que no ve necesario por ahora enviar fuerzas rusas a Bielorrusia.
"En una conversación que mantuvimos con Alexandr [Lukashenko] llegamos a la conclusión de que por ahora no hay tal necesidad y espero que no haya", subrayó el mandatario ruso.
Putin comentó además que las fuerzas rusas no se utilizarán en Bielorrusia mientras que los "elementos extremistas" en el país no se pasen los límites.
Putin recordó que Rusia asumió ante Bielorrusia compromisos en materia de seguridad.
"Tenemos compromisos con Bielorrusia y [el presidente bielorruso] Alexandr Lukashenko ya planteó ese asunto y dijo que quisiera que Rusia prestara la ayuda necesaria, y le aseguré que Rusia cumplirá con todos sus compromisos", remarcó el mandatario ruso.
El mandatario precisó que no ve necesario por ahora enviar fuerzas rusas a Bielorrusia.
Además, considera que las fuerzas de seguridad bielorrusos actúan con moderación ante las protestas que se han desarrollado en el país después de las elecciones presidenciales.
"Creo que las fuerzas del orden de Bielorrusia se comportan de manera bastante moderada, a pesar de todo", dijo Putin en una entrevista transmitida por la cadena Rossiya 1.
Bielorrusia es escenario de fuertes protestas a raíz de las elecciones presidenciales del 9 de agosto, que revalidaron el sexto mandato del presidente Alexandr Lukashenko, quien permanece en el poder desde 1994.
Las escenas de violencia cesaron en los días siguientes, pero las protestas continuaron y trascendieron de la calle a algunas cadenas de televisión públicas y compañías industriales, que se declararon en huelga.
La oposición bielorrusa, que exige una repetición de los comicios, creó el Consejo de Coordinación con el objetivo proclamado de encontrar una vía para resolver la crisis política en Bielorrusia mediante negociaciones con el Gobierno.