"Se está produciendo un incremento del número de contagios. No nos sitúan en marzo o abril pero hay que tratar de atajarlo", dijo en rueda de prensa el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
En opinión de los dirigentes municipales, el cierre de parques permitirá limitar los llamados "botellones", reuniones de jóvenes para beber alcohol en la calle, que en las últimas semanas se convirtió en uno de los principales puntos de preocupación para las autoridades.
Además del cierre nocturno de los parques, el Ayuntamiento anunció que las piscinas cerrarán a partir del 1 de julio y que se aumentará la vigilancia de las medidas de seguridad en las calles con más presencia policial pero también con una campaña de sensibilización protagonizada por voluntarios
Estas medidas, que suponen un coste cero y no refuerzan las capacidades sanitarias de la ciudad, llegan en un momento de especial deterioro de la situación en Madrid
Según datos publicados por el Ministerio de Sanidad, la Comunidad de Madrid tiene en los últimos 14 días una incidencia acumulada de 25.769 casos de COVID-19, lo que deja una ratio de 386 diagnósticos por cada 100.000 habitantes, mientras que en toda España esa cifra es de 176.
En concreto, la Comunidad de Madrid dedica el 13,6% de sus camas de hospital a pacientes de COVID, mientras que la media de todo el país es del 5,5%.
El 25 de agosto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, invitó a los territorios más afectados del país a declarar estados de alarma de forma localizada para, por ejemplo, poder limitar la movilidad.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no descartó recurrir a esa herramienta, aunque descartó un nuevo "confinamiento total".