A pocos días de la reapertura de las clases, y en un momento en el que los contagios de COVID-19 no paran de crecer, ni el Gobierno central ni las distintas autoridades autonómicas tienen claro cómo va a garantizarse la seguridad de los centros.
Mientras tanto, varios territorios ya presentaron sus proyectos para el nuevo curso educativo, adelantándose a esa reunión y dando la sensación de que habrá decenas de planes distintos sobre la mesa: no todas las comunidades garantizan un curso 100% presencial, algunas retrasan el inicio de las clases en algunos niveles y otras plantean incluso la asistencia en días alternos para alumnos de secundaria.
Además de los criterios dispares en cada territorio, la comunidad educativa se muestra preocupada por la capacidad de estos planes para hacer que los colegios e institutos se conviertan de verdad en lugares seguros.
En opinión del Gobierno, las líneas generales de la vuelta al cole deben ser las ya adelantadas por el Ministerio de Educación en junio: la presencialidad como objetivo irrenunciable y la búsqueda de crear "grupos burbuja" de unos 20 alumnos para que los contactos entre alumnos sean estables y fáciles de rastrear en caso de contagio.
Más recursos humanos
"La tasa de contagios se ha multiplicado por 25 y sigue subiendo: las insuficientes medidas de junio ahora están totalmente desfasadas", denuncia CSIF en un comunicado.
Para CSIF, es necesario acordar de una vez en todo el país protocolos y medidas como la contratación de más personal docente para afrontar el curso con todas las garantías.
"Es inadmisible que se pretenda duplicar el trabajo del profesorado reduciendo ratios de alumnos por aula para mantener la distancia de seguridad, pero sin una dotación adecuada de recursos humanos", señalan
Huelgas a la vista
La indignación de la comunidad educativa ante la falta de planes concretos a los que agarrarse es palpable, algo que se demostró este mismo 26 de agosto con el anuncio de una huelga general estudiantil para los días 16, 17 y 18 de septiembre
"Nos preguntamos cómo es posible que este Ministerio [de Educación] haya estado cinco meses con los brazos cruzados mientras las familias están desesperadas, los profesores afrontan un inicio de curso totalmente caótico y los estudiantes no tenemos ni idea de lo que va a ocurrir", denunció este 26 de agosto la portavoz del Sindicato de Estudiantes, Coral Latorre.
A esta convocatoria de huelga se unen también paros de profesores, como el que tienen convocado en Madrid los docentes los días 22 y 23 de septiembre para pedir más recursos con los que afrontar el inicio de curso.
El descontento de los profesores se trasladó este 26 de agosto hasta las puertas del Ministerio de Educación, donde un grupo de docentes hizo entrega de 230.000 firmas recogidas través de la plataforma Change.org para pedir una "vuelta segura" a los centros educativos.
Pedro Sánchez aseguró este 25 de agosto que hay fondos para contratar a 30.000 profesores con una transferencia de 2.000 millones de euros a las autonomías, lo que cubre buena parte del gasto previsto por las mismas, que ya anunciaron planes para contratar en torno a 40.000.
Sin embargo, el asunto de los profesores es otro mar de dudas. Desde CSIF ven con buenos ojos la cifra de 40.000, pero el Sindicato de Estudiantes ve necesario contratar a 165.000 personas (entre docentes, sanitarios y trabajadores de la limpieza) para asegurar una vuelta al cole segura y el sindicato Comisiones Obreras pide aumentar el desembolso en refuerzos hasta los 7.300 millones.
Además, otro factor de incertidumbre es ver cómo se pueden concretar esos refuerzos en tan poco tiempo. Por ejemplo, el plan presentado por la Comunidad de Madrid contempla contratar a 11.000 profesores extra para este curso, pero los sindicatos denuncian que, más allá del anuncio, hecho este 25 de agosto, los centros no saben cómo ni cuándo ni a quién se va a contratar.
"Exceso de alarma"
"Es importantísimo y no cargar a las familias con más preocupación", señaló
En una entrevista concedida a la Cadena Ser, la ministra insistió en que la reapertura de las escuelas es "innegociable", pero volvió a dejar más preguntas que respuestas sobre la mesa.
Por ejemplo, señaló que es conveniente tomar la temperatura a los niños antes de entrar al aula pero se limitó a decir que "esta toma puede proporcionar algunas colas" por lo que se va a estudiar "si se hará a la entrada, se hará en las aulas o se pedirá que lo hagan los padres".
Además, la ministra utilizó esa entrevista para lanzar una nueva propuesta: un permiso retribuido o una baja laboral para los padres cuyos hijos se vean obligados a perder clases por estar en cuarentena, aunque acto seguido añadió que "aún no está decidido".
Mientras tanto, millones de niños apuran sus vacaciones estivales sin saber exactamente cómo será su vuelta a las aulas, pese a que en algunas partes del país queda menos de una semana para ello.