Con las clases suspendidas debido a la pandemia, el programa Aprendo en Casa lanzado por el Gobierno peruano dicta clases por internet, radio y televisión. Pero algunos niños de zonas rurales del país, donde no hay luz eléctrica, no pueden acceder a estos contenidos. Esto motivó al profesor Walter Velásquez a crear a la robot Kipi.
"Kipi nació con recursos reciclados —como chatarra electrónica, radios viejas y pedazos de computadoras— porque en la comunidad no tenemos una tienda de electrónica ni una ferretería donde podamos comprar artículos. Tiene tres componentes esenciales: la parte mecánica, la electrónica y la informática. En las últimas dos grabo en su memoria la mayor cantidad de programas que se desarrollan en Aprendo en Casa", contó el profesor.








Kipi significa "cargar" en quechua y funciona gracias a un panel solar que tiene en la espalda y que la mantiene andando por varias horas. Además de reproducir los programas de Aprendo en Casa, tiene audiolibros, canta y cuenta cuentos. Se queda una semana con cada familia y luego les deja ejercicios para realizar mientras ella no esté.
Un aspecto a destacar es que el desarrollo de la parte informática de Kipi está en quechua, además de en español. Actualmente se encuentran desarrollando un programa para que la robot dicte clases también en el idioma asháninka.
"Tengo que hacerlo con un funcionamiento sencillo porque hay muchas familias en las que los padres no saben leer ni escribir en casa. Aprovecho para que Kipi ayude a vocalizar y reconocer algunos contenidos básicos. En las zonas rurales solo dos de cada 10 alumnos comprenden lo que leen y un gran porcentaje de niños tiene dislexia", explicó el profesor.
La robot kipi ha sido un éxito con los alumnos y Velásquez espera que se vayan fortaleciendo sus actividades aún luego de finalizada la pandemia. Aunque ahora trabaja con las familias en casa, a futuro podría integrarse también a la educación en la escuela.