Poco después del despegue del vuelo S7 2614 entre Tomsk y Moscú, uno de los pasajeros se sintió mal, informó el servicio de prensa de la aerolínea. Este pasajero era Alexéi Navalni. Se precisó también que el político no había comido ni bebido durante el vuelo. Sin embargo, otro pasajero publicó una foto de Navalni presuntamente bebiendo té en el aeropuerto de Tomsk antes de embarcar.
La aerolínea S7 informó que la tripulación del avión actuó de acuerdo con las reglas. Las azafatas inmediatamente informaron al capitán de la aeronave, quien aterrizó en el aeropuerto más cercano. Las fuentes subrayaron que el capitán decidió aterrizar justo después de que fuera informado sobre el estado del pasajero.
View this post on Instagram
Navalni fue ingresado a uno de los hospitales de la ciudad rusa de Omsk con síntomas de intoxicación, si bien esta es solo una de las versiones de su actual estado al que los médicos califican de grave. Los doctores del hospital donde se encuentra el opositor precisaron que el enfermo permanece inconsciente.
Navalni está en estado de coma y conectado a un respirador para asegurar el funcionamiento de sus pulmones. Los representantes del Ministerio de Salud de la región de Omsk llegaron al hospital donde permanece el opositor. Los médicos ahora evalúan el estado del político y estudian las posibles causas del estado actual del paciente.
Luego, los médicos informaron que habían logrado estabilizar el estado de Navalni, pero al mismo tiempo recalcaron que es temprano para hacer cualquier tipo de pronóstico.
Causas y especulaciones infundadas
Cuando se dio a conocer el grave estado del opositor, muchos medios se apresuraron en informar sobre un envenenamiento, pero la intoxicación es solo una de las versiones que todavía no ha sido oficialmente confirmada. La portavoz de la fundación FBK —fundada y liderada por Navalni—, Kira Yarmish, a su vez, está segura e insiste en que se trata de un envenenamiento, pero los médicos subrayan que es temprano para hablar de las causas.
Esta no es la primera vez que Navalni tiene problemas de salud. El político había sido trasladado a un hospital en 2019 con síntomas de una grave reacción alérgica. Los doctores no lograron establecer las causas de dicha reacción. Durante un tiempo, Navalni permaneció en una sección terapéutica de un hospital. Los médicos calificaban su estado como satisfactorio. Pero el incidente del 20 de agosto es mucho más peligroso para la salud del opositor.
Entonces, surge la pregunta: ¿por qué ahora? Nadie parece tener una respuesta sólida a este interrogante. Hay que tener en cuenta que en Rusia hay numerosos políticos y blogueros que tienen una visión diferente a la del Kremlin respecto a estos eventos y todos ellos expresan sus puntos de vista libremente.
Reacción del Kremlin
Hay quienes insinuaron que las autoridades rusas podrían estar vinculadas con este caso. Sin embargo, está claro que la gestión política del país euroasiático está al tanto de los riesgos del envenenamiento de uno de sus principales críticos: muchos de repente y sin pensar responsabilizarían al Kremlin. Parece imposible que las autoridades se atrevieran a tomar tal decisión teniendo en cuenta los riesgos de reputación para Moscú.
El Kremlin prometió una investigación si se comprueba la versión sobre el envenenamiento. Por ahora, esta versión es preliminar y no está confirmada. En caso de que esto resulte ser verdad, se abrirá un caso penal. El Kremlin llamó a no hacer conjeturas sobre el estado de salud del opositor ruso antes de ver los análisis de laboratorio, declaró el portavoz de la Presidencia rusa.
Peskov también dijo que, en caso de ser necesario, el Kremlin estaría dispuesto a barajar la posibilidad de tratar al opositor en un país extranjero: una vez que la Presidencia rusa reciba la solicitud, la plantearán con rapidez.
La disposición del Kremlin de ayudar a trasladar Navalni a un país extranjero confirma otra vez que las autoridades rusas con toda probabilidad no tienen nada que ver con el empeoramiento de su salud.