Muchas de las manifestantes cargaban en sus manos flores blancas y corazones de papel de la misma tonalidad. Además de un símbolo internacional de la paz, el color ha pasado a simbolizar el deseo de la población bielorrusa por el cambio del Gobierno actual.
La manifestación, llevada a cabo por la mañana, contó con el apoyo de muchos residentes de las calles por donde pasó. En diversas ocasiones, personas salieron a sus balcones a manifestarse en favor de las mujeres que marchaban.
Las protestas se desataron a lo largo y ancho de Bielorrusia después de que se anunciara que Alexandr Lukashenko, presidente del país desde hace cerca de 26 años, había sido elegido otra vez al más alto cargo de la política bielorrusa.
Según datos del órgano electoral del país, el mandatario recibió más de un 80% de los votos, un número que la oposición se negó a reconocer.
Tras el cierre de las mesas electorales, miles de personas salieron a las calles de Minsk y otras ciudades de Bielorrusia para expresar su descontento con el escrutinio oficial, lo que derivó en enfrentamientos con la policía.
Las manifestaciones contra Lukashenko y el recuento de los votos se han reprimido duramente. Los agentes del orden utilizan gases lacrimógenos, cañones de agua, granadas paralizantes y balas de goma contra los manifestantes.
Miles de personas han sido detenidas en las manifestaciones, entre ellas Iliá Pitalev, un fotoperiodista de la agencia rusa Rossiya Segodnya, la casa matriz de Sputnik. Pitalev, quien ejercía su trabajo al momento del arresto. Fue liberado el 11 de agosto, pero ahora tiene prohibido el ingreso al territorio bielorruso por las autoridades del país.