"En medio de esta pandemia sin precedentes en la historia moderna, hay un grupo de un pequeño país que ha proporcionado esperanza e inspiración a personas de todo el mundo: los médicos y enfermeros cubanos que forman parte de la Brigada Médica Internacional Henry Reeve que ahora trabajan en 21 países para combatir el Covid-19".
Pero la petición no solo viene de reconocidas figuras políticas, sociales e intelectuales. También lo hacen ciudadanos de distintas partes del mundo. Uno de ellos es Maurizio Bertolaso, un italiano de 67 años que gracias a la atención sanitaria de los médicos cubanos e italianos pudo ganarle la batalla al coronavirus.
"Encontré médicos y enfermeras cubanos que, además de darme un gran trato profesional, me dieron un trato humano que me conmovió y me sorprendió positivamente. Era un contexto de mucha dificultad y aún así fue un trato tan humano que me llegó profundamente", relata Bertolaso, habitante de la provincia de Cremona en la región de Lombardía, uno de los puntos más afectados por el coronavirus en Italia y que para ese momento era el epicentro de la pandemia en Europa.
El primer contingente de la Brigada Médica Internacional Henry Reeve llegó a Italia el 23 de marzo de 2020. Era la primera vez que esta brigada, que se ha dedicado durante los últimos 15 años a atender a poblaciones en situaciones de emergencia, llegaba a Europa. Lo hacía en el contexto más difícil que haya vivido este país después de la II Guerra Mundial, cuando los muertos por el coronavirus se contaban de a miles.
"La gente estaba encerrada en su casa, mirándose unos a otros con miedo, sin saber si tu vecino era el enemigo. Cuando vimos a ese ejército de batas blancas llegar, que dejaron a su familia para ayudarnos, sabiendo que podían morir contagiados, uno se conmovía y lloraba de la emoción. Mientras en la Unión Europea se robaban mascarillas unos a otros, Cuba fue el país que levantó la bandera de la solidaridad, de la hermandad. Fue un gran mensaje", expresa Geraldina Colotti, periodista italiana residenciada en Roma.
El reconocimiento de los pueblos
Según datos de la Asociación Nacional de Amistad Italia Cuba, los 90 médicos internacionalistas que integraron los dos equipos médicos de la Brigada Henry Reeve atendieron a unas 10.000 personas.
Los médicos cubanos fueron condecorados y reconocidos por las autoridades de Crema y Turín por esa ayuda que llegó en "un momento de inaudita incertidumbre y peligro", como dijo Stefania Bonaldi, alcaldesa del municipio de Crema.
"Fuimos náufragos y nos socorristeis sin preguntarnos el nombre ni la procedencia. Tras meses de luto, angustia y dudas ahora vemos la luz (…) Llegando aquí dijisteis que vuestra patria es el mundo y de ahora en adelante seréis nuestros compatriotas en este mundo grande a menudo maltratado por la ausencia del valor supremo de la solidaridad", les dijo en su despedida la alcaldesa de Crema.
Un reconocimiento que caló hondo en el pueblo cubano.
"Es el triunfo de la Revolución Cubana y la práctica política de Fidel Castro la que lo convierte en algo cotidiano y de lo que los cubanos estamos muy orgullosos. Fidel lo hizo a través de su pedagogía política, en su educación constante y su ejemplo personal. Por ejemplo, cuando hubo un terremoto en Perú, el primero en ir a donar sangre fue Fidel, nos enseñó con el ejemplo lo que es ser internacionalista, porque como decía él: ser internacionalista es saldar nuestra propia deuda con la humanidad", explica Sánchez.
Nobel de la Paz vs bloqueo
Mientras crece el reconocimiento mundial por la labor internacionalista de los médicos cubanos, que ahora están desplegados en una veintena de países combatiendo el coronavirus, también aumentan los señalamientos desde Estados Unidos y organizaciones como Human Rights Watch que los acusan de someter a sus médicos a trabajos forzados.
"El bloqueo económico que Estados Unidos hace contra Cuba es una de las peores porquerías que se pueda hacer", denuncia Bertolaso.
"En Italia fuimos protagonistas de un hecho épico, histórico que siempre quedará en nuestra memoria: el apoyo de las brigadas médicas cubanas, y eso siempre se impondrá ante cualquier acusación, barbaridad o amenaza. El pueblo italiano sabrá recordar", sostiene Dioli.
Desde 2005, cuando el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, creó la Brigada Henry Reeve, estos médicos han brindado asistencia médica gratuita en más de 20 países azotados por desastres naturales, terremotos y epidemias, como sucedió con los terremotos de Chile y Haití en 2010 o con la epidemia de ébola en África. Se estima que su labor ha salvado la vida de unas 80.000 personas.
En el año 2017, la Organización Mundial de la Salud le otorgó el Premio de Salud Pública en memoria del doctor Lee Jong-wook.
"Ellos mismos son mensajeros de paz, de solidaridad, de hermandad que son valores verdaderos y profundos que hoy día tanto necesita nuestra sociedad. Este premio sería una forma de agradecerles a ellos por su dedicación y humanidad. Ellos con su trabajo ayudan a salvar vidas. Por eso es importante en este momento la solidaridad con Cuba, apoyarlos en su lucha contra el bloqueo que ha continuado, cada vez más fuerte e incluso han recrudecido las sanciones en medio de la emergencia sanitaria, algo inhumano, inmoral, bárbaro. Es la barbarie", lamenta Dioli.