Las temperaturas que se están registrando en algunos puntos del Ártico actualmente son más propias de regiones con un clima mucho más suave.
La región se está calentando a marchas forzadas y las consecuencias ya se hacen notar: el archipiélago noruego Svalbard registró durante dos días seguidos temperaturas récord de 21,2 grados, muy cerca del récord de 21,3 grados establecido en 1979, tal y como comentó la meteoróloga Kristen Gislefoss a AFP.
Julio es el mes más cálido en la zona, pero la calidez en términos árticos, en condiciones normales, se sitúa en valores entre los 5 y los 8 grados. En las condiciones climatológicas que está viviendo el ártico las temperaturas que se están registrando este verano son muy superiores a lo habitual.
Valgan como ejemplo los insólitos 38 grados que se registraron en junio en Verjoiánsk, una ciudad rusa ubicada al norte del círculo polar y considerada una de las más frías del mundo.
La misma investigación sugiere que, si las emisiones de gases de efecto invernadero se mantienen en un nivel medio o alto, de cara al período entre 2071 y 2100 la temperatura podrá aumentar entre 7 y 10 grados. Por si fuera poco, los expertos alertan de que las precipitaciones serán entre un 45% y un 65% más abundantes.
No sería de extrañar, por tanto, que el deshielo que se viene produciendo y que seguirá amenazando a la región en el futuro volviera a causar desastres como el del Banco Mundial de Semillas de Svalbard de 2016. Allí se infiltró agua a causa del deshielo del permafrost (una capa del suelo que se mantiene permanentemente congelada), ocasionando pérdidas millonarias.