"Instamos nuevamente a los estadounidenses a corregir sus actos erróneos y crear condiciones para la normalización de las relaciones entre los dos países", dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Wang Wenbin, en una comparecencia ante la prensa.
Wang achacó el deterioro de las relaciones entre las dos potencias al Gobierno estadounidense.
El alto funcionario enfatizó que el estado actual de las relaciones entre los dos países era "indeseable" para China.
Tras el desalojo del consulado norteamericano, funcionarios chinos ingresaron en el establecimiento diplomático emulando a los agentes estadounidenses que incursionaron en el consulado chino en Houston.
"Era una respuesta necesaria a los actos ilegales de Estados Unidos tras el cierre del consulado de China en Houston y la invasión del edificio", aclaró Wang.
El portavoz precisó que el cierre del consulado en Houston era provisional y el edificio es propiedad del Gobierno chino, por lo que las autoridades estadounidenses no tenían derecho a ingresar en el recinto.
El consulado estadounidense en Chengdu había sido abierto en 1985. Otros cuatro consulados del país norteamericano se encuentran en las ciudades de Cantón, Wuhan, Shanghái y Shenyang.