Con un breve comunicado publicado el 22 de julio quería el Vaticano zanjar el asunto.
"La Santa Sede, sobre el asunto de la exhumación de Francisco Franco, ha reiterado en varias ocasiones su respeto a la legalidad y a las decisiones de las autoridades gubernativas y judiciales competentes, ha instado al diálogo entre la familia y el Gobierno y no se ha pronunciado nunca sobre la oportunidad de la exhumación ni sobre el lugar de la sepultura, porque no es de su competencia", reza el texto.
Declaración institucional a raíz de la entrevista de Pedro Sánchez concedida al Corriere della Sera y publicada el 8 de julio. En esta, el presidente de España destacaba las relaciones "serenas" con El Vaticano y la ayuda del Papa Francisco con la exhumación de Franco. "Francisco es un papa carismático, espero poder encontrarle. Le cuento una cosa. En el tema de los restos de Franco me ha ayudado. En el Valle de los Caídos había una comunidad de benedictinos muy contraria a la exhumación. He pedido la intervención del Vaticano. Y todo se resolvió", afirmaba Sánchez a la cabecera italiana.
En 2018, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se reunió con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, para tratar la salida del dictador, principalmente para que no fuera sepultado en la catedral de la Almudena, en Madrid, como quería su familia.