Previamente, el director general de las empresas rusas MiG y Sukhoi, Iliá Tarásenko, comunicó a la agencia rusa que el nuevo aparato volador se creará sobre la base del caza interceptor MiG-31.
Si bien el MiG-31 sigue siendo una aeronave única desde el punto de vista de sus prestaciones y aplicaciones, ya cumple muchos años en servicio. Las Fuerzas Aéreas rusas empezaron a utilizarlo por primera vez en 1981. Hoy en día el país euroasiático necesita otra aeronave que sea más moderna, explicó Zverev.
"Así que estaríamos hablando de una máquina especializada en interceptaciones de largo alcance, incluidas las de los blancos más rápidos. Incluso había información de que el avión en sí mismo sería hipersónico", recordó Zverev.
Rusia podrá utilizar estos aparatos voladores, por ejemplo, para proteger el espacio aéreo sobre el Ártico, donde no hay tantos aeródromos.
"Es decir, se necesita una aeronave con un gran alcance, que pueda volar a una velocidad alta para conseguir llegar a tiempo a una determinada ubicación, y la que tenga gran alcance de detección de objetivos. Además, esas aeronaves son necesarias para proteger el espacio aéreo del Lejano Oriente ruso", concluyó.