El reinicio de ejercicios militares del Reino Unido en las Islas Malvinas puso en alerta al Gobierno de Argentina, que rechazó las operaciones que se realizan en territorio argentino y denunció que se trata de una nueva violación a las disposiciones de Nacionas Unidas en relación al diferendo entre ambos países por la soberanía de las islas del Atlántico Sur.
La declaración consigna que en los ejercicios militares el Reino Unido desplegó en la zona a su buque patrullero HMS Forth, su Compañía de infantería británica A y a la aeronave A400M y los aviones Typhoon de la 1435 Flight de la Royal Air Force (RAF), unidades que "forman parte del despliegue militar de ocupación ilegal del Reino Unido en las Islas Malvinas".
El reclamo argentino fue secundado por Gustavo Melella, gobernador de la provincia argentina de Tierra del Fuego, que incluye a las Islas Malvinas y a la Antártida en dentro de su territorio legal. El jerarca publicó en Twitter una carta dirigida al embajador británico en Argentina, Mark Kent.
Melella señala a Kent que el pueblo y el Gobierno de Tierra del Fuego "rechazan de manera contundente la realización de estos ejercicios dentro de su territorio, el cual tiene una parte ocupada ilegalmente por el Estado que usted representa".
Para el gobernador, se trata de acciones con "un trasfondo eminentemente bélico" que "no solo afectan las relaciones bilaterales de nuestros Estados sino que se constituye en una provocación regional, representando una amenaza a la seguridad internacional en un continente eminentemente pacífico y violando flagrantemente la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur".
de los ejercicios combinados que realizan el buque HMS Forth, unidades de Ejército y aviones de la RAF, en la isla San José, perteneciente al archipiélago malvinero.
— Gustavo Melella (@gustavomelella) July 16, 2020
En diálogo con Sputnik, Melella remarcó que las maniobras militares del Reino Unido están "poniendo en riesgo no solo el ecosistema natural sino también la paz de la región". En ese sentido, reclamó que "no hay ningún tipo de peligro por parte de Argentina u otro país en cuanto a la cuestión militar en la zona y sin embargo ellos hacen una permanente provocación hacia el resto de los países".
Más allá de la postura adoptada por la Cancillería argentina, Melella decidió enviar una nota formal al embajador británico en Argentina de parte del gobierno de Tierra del Fuego para manifestar el rechazo al "creciente armamentismo" británico en la zona. También cursó una nota a Naciones Unidas, con la intención de que el organismo adopte "algún tipo de sanción" contra el Reino Unido.
"Naciones Unidas tiene que tomar algún tipo de medida de sanción al Reino Unido por seguir siendo un imperio colonialista. A esta altura del siglo siguen teniendo esta mirada de imperio a lo ancho y largo del mundo", denunció.
En efecto, Argentina reclama que Reino Unido cumpla con la resolución 2065 de Naciones Unidas, que insta a ambas partes a resolver la soberanía de las Islas Malvinas a través del diálogo.
Melella valoró especialmente el apoyo de Rusia en el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas y recordó las palabras del embajador ruso en Argentina, Dmitry Feoktistov, durante un homenaje en Ushuaia, capital de la provincia de Tierra del Fuego, a los caídos en la Guerra de Malvinas en febrero de 2020. "El tiempo del colonialismo ya pasó y los ingleses deben devolver las Islas a Argentina", dijo Feoktistov en esa oportunidad.
Canciller argentino: "La idea es que el Reino Unido se sienta incómodo"
El mismo jueves, el canciller argentino Felipe Solá explicó, durante una entrevista con la estatal Radio Nacional de Argentina, que el Gobierno argentino mantiene un "espíritu malvinizador" que, a su vez, no implica una concepción "militarista".
El canciller Solá resumió la postura argentina explicando que busca que "el Reino Unido no se sienta cómodo en esta actitud de no dialogar como ordena Naciones Unidas, y que no pase nada".
"La idea es que, si no te sentás a dialogar van a pasar cosas con la pesca, van a pasar cosas con los ingresos de Malvinas, van a pasar cosas con el petróleo y con que vamos a hacer una política ya no de un Gobierno sino de toda una comunidad argentina hacia Malvinas", sintetizó.
Solá adelantó además que su Gobierno prepara nuevas decisiones para fin de 2020, buscando "incidir" en los vecinos Brasil y Uruguay para que no habiliten vuelos desde y hacia las Islas Malvinas, algo que ya sucedió en el pasado.
Además, el Gobierno argentino envió al Congreso tres proyectos de ley que apuntan a endurecer las sanciones para la pesca en aguas del Atlántico Sur cuya soberanía es reclamada por Argentina.