"No vale la pena tomar en serio esta amenaza, ya que EEUU ha amenazado anteriormente a los países que participan del gasoducto Blue Stream de la misma manera, pero no lograron detenerlo", explicó Dogan.
Antes de que se inaugurara el gasoducto Turk Stream, el gas ruso era suministrado a varios países mediante el gasoducto Blue Stream siguiendo una ruta por el fondo del mar Negro.
"No hay una buena razón para estas amenazas. El hecho es que hay un comercio de energía que no hace a los países, como EEUU afirma, dependientes de Rusia. Ni Turquía, ni Alemania, ni Dinamarca, ni otros países firman acuerdos a largo plazo que los hagan totalmente dependientes de Rusia. Estos gasoductos dan a los países la oportunidad de hacer los suministros de energía más baratos. No creo que estas amenazas infundadas tengan resultado", concluyó Dogan.
El 15 de julio, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, dijo que su país planeaba agregar el gasoducto Nord Stream 2 y el Turk Stream en la segunda línea de las sanciones a través de la de la Ley para Contrarrestar a los Adversarios a través de Sanciones (CAATSA, en inglés).
El Congreso de EEUU aprobó la CAATSA en 2017 tras las acusaciones de que Rusia habría interferido en los comicios de 2016, a pesar de la insistencia de Moscú de que eso nunca había ocurrido. El 29 de enero de 2018 amparado en la CAATSA, EEUU comenzó a imponer sanciones a las compañías extranjeras que realizaran negocios con los sectores rusos de Defensa y de Inteligencia.