"Que nadie se preocupe, Ayasofya contará con la misma protección que antes. Estamos firmando un protocolo indicando que se protegerá como una obra del Patrimonio Mundial, de conformidad con los estándares internacionales. Los trabajos de restauración en el edificio se van a acelerar. Y los turistas extranjeros podrán visitar Ayasofya gratis", declaró Ersoy a periodistas durante la firma del acta correspondiente entre el Ministerio de Cultura y la Presidencia de Asuntos Religiosos (Diyanet).
El 10 de julio, el Consejo de Estado de Turquía anuló la decisión de 1934 que convirtió Santa Sofía en un museo. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que formalizó esta medida por un decreto, anunció que la primera oración musulmana en Santa Sofía será celebrada el 24 de julio.
La decisión de reconvertir Santa Sofía en una mezquita provocó fuertes críticas de numerosos países y organismos internacionales.
Antes de que fuera anunciada, el patriarca de Moscú y de toda Rusia, Kiril, señaló que los atentados contra el legado espiritual de la Iglesia de Constantinopla "provocan la amargura y la indignación del pueblo ruso", y que lo que amenaza a Santa Sofía "amenaza a toda la civilización cristiana".
El papa Francisco reconoció el 13 de julio que está "muy dolido" por Santa Sofía.
Durante más de 1.000 años fue el templo más grande de la Cristiandad, pero, después de la toma de Constantinopla por los otomanos y la caída del Imperio bizantino en 1453, la basílica se convirtió en una mezquita.
En 1934, el fundador del Estado turco moderno, Kemal Ataturk, firmó un decreto para convertir el edificio en un museo, que se inauguró al año siguiente. En 1985, el templo fue incluido en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.