Este acuerdo fue firmado en el 2010 y entró en vigor en febrero del 2011. Estará vigente hasta el 2021, con opción de prorrogarse hasta el 2026. Su texto prevé que Rusia y EEUU reduzcan el número de ojivas nucleares en sus arsenales a 1.550 y, el de misiles balísticos intercontinentales, submarinos y bombarderos pesados, a 700.
La Administración estadounidense ha reiterado en varios niveles políticos la necesidad de incluir a China en las negociaciones para esbozar un nuevo acuerdo nuclear trilateral entre Rusia, China y EEUU. A su vez, el director del departamento de control de armas del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Fu Cong, explicó que este escenario solo será posible en dos casos: si China aumenta su arsenal nuclear al nivel del de EEUU o si Washington reduce el suyo.
Otras opciones para Pekín son inaceptables, ya que no toman en consideración la existencia de "una enorme brecha" en las capacidades estratégicas de ambos países.
No es la primera vez que EEUU insiste en que Rusia deje de desarrollar nuevas armas. El país norteamericano en repetidas ocasiones ha exhortado a Moscú a limitar el número de misiles hipersónicos Tsirkon.
"Esto solo demuestra que a EEUU no le quedan otras palancas para mantener su liderazgo mundial salvo el chantaje nuclear. Económicamente, ya ha sido adelantado por China en algunas áreas; por Rusia en la tecnología militar como por ejemplo las armas hipersónicas. Por ello, intenta convencer a Moscú de que abandone sus avances. No debemos caer en esta trampa", advirtió a Sputnik el experto en materia militar Konstantín Sivkov.
Ni Rusia ni China están dispuestas a aceptar las demandas de EEUU, ya que optarán por defender sus propios intereses. Según los expertos, el START-III tiene pocas posibilidades de ser prorrogado y esto significa que todo el sistema de seguridad internacional cambiará por completo en el futuro.
De hecho, fue EEUU el país que se retiró de los dos primeros y no ratificó el tercero.
"Todo el sistema construido cuidadosamente en las situaciones de conflicto agudas de la Guerra Fría fue destruido por iniciativa de Washington", recalcó el experto.
Murajovski subrayó que, además del START-III, el sistema internacional de seguridad se regula por el Régimen de Control de la Tecnología de Misiles, que Washington intenta presionar. En junio del 2020, Reuters informó de que la Casa Blanca iba a reinterpretar un tratado alcanzado por esta asociación informal de países para poder vender más drones a diferentes Estados.
Es posible que Rusia y Estados Unidos no vuelvan a aumentar el número de sus ojivas nucleares y de sus respectivos medios de transporte en el futuro. Sin embargo, su carrera por alcanzar la superioridad tecnológica en el campo de las armas estratégicas continuará siendo "tensa", pronosticó.