"En Suramérica el incremento de la desnutrición observado recientemente ha estado liderado por la situación en Venezuela, donde el índice de desnutrición ha incrementado desde 2.5% en 2010-2012 a 31.4% entre 2017-2019", señala el informe.
De acuerdo al texto, la persistente crisis política y económica continúa motivando un declive en la seguridad alimentaria y en la calidad de la nutrición en esa nación sudamericana.
"La mayoría de los insumos del país son importados y la devaluación del bolívar (moneda local) hace que los productos importados sean extremadamente costosos", indica el documento.
La FAO aseguró que como consecuencia las importaciones cayeron 67% en 2016-2017, mientras que la hiperinflación redujo el poder adquisitivo de los hogares y la posibilidad de acceso a alimentos y bienes básicos.
El Gobierno venezolano ha asegurado en reiteradas ocasiones que hace frente a un bloqueo económico que le impide la importación de alimentos.
Sin embargo, el presidente Nicolás Maduro ha afirmado que mantienen la seguridad alimentaria por medio del plan gubernamental denominado Consejos Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), que consiste en la venta de una caja de alimentos a bajos precios.
La FAO advirtió que por quinto año consecutivo aumentó el hambre en América Latina, alcanzando, en 2019, a 47,7 millones de personas.