Desde 2019, el estudio de diseño Naifactory está apostando fuerte por uno de los alimentos más cultivados en España para convertirlo en un componente sostenible y biodegradable. Han sustituido el plástico por un material mucho menos contaminante y fácilmente reciclable a través de la aceituna. Teniendo en cuenta que un olivo adulto puede dar, de media, entre 20 y 50 kilos de aceitunas y que cada kilo puede contener hasta 420 olivas, reconvertir su hueso en un nuevo material que pueda desbancar a los otros más contaminantes, no parece ser una mala opción.
"Entramos en la corriente de economía circular para diseñar nuevas soluciones a través de Naifactory Lab, la nueva rama del estudio que ha acabado creando el biomaterial Reolivar".
¿Por qué la aceituna?
Durante el proceso de producción del aceite de oliva se genera un residuo llamado alperujo, compuesto principalmente por restos de la oliva y el hueso. Tal y como informan los miembros de Naifactory, el alperujo es un problema para muchas cooperativas porque, si no se gestiona correctamente, puede contaminar el suelo. Por ello se necesita un procesado posterior para transformarlo en abono. En esa última etapa es donde se adquiere el hueso como materia prima después de pasar un tratamiento de micronizado, una de las técnicas más utilizadas en la fabricación, por ejemplo, de productos de maquillaje. Consiste en moler el material con aire comprimido, lo que crea unas partículas esféricas que son nueve veces más pequeñas que los polvos habituales.
"La oliva es un cultivo muy abundante en la península y es parte intrínseca de nuestra cultura. Cerca del 50% del volumen de la oliva es el hueso (depende del tipo de oliva, claro) por lo que el volumen de residuo que se genera es muy alto. Reolivar abre un nuevo camino de valor lleno de posibilidades para transformar los huesos en objetos con una historia detrás".

La mayor parte del hueso que se genera en las almazaras (molino en que se extrae el aceite de las aceitunas), se acaba vendiendo a otras empresas que lo transforman en pellets y que posteriormente se queman en las calderas domésticas. Naifactory ha encontrado una nueva utilidad, y es transformarlo en un nuevo material sostenible que posee numerosas ventajas frente al plástico.
Otra ventaja es que aprovecha una materia que ya existe y la transforma, ayudando a cerrar el ciclo de un sector muy fuerte en España sin dejar huella ecológica significativa en su proceso, ya que no contiene ningún material contaminante ni su producción necesita de grandes temperaturas. "Además, es sorprendente que este material permita su reutilización simplemente derritiéndolo de nuevo para crear piezas nuevas", sostiene Catazine.
"Parece magia pero es mejor, ¡es química!"
"Para producir una plancha de 100x100x1cm harían falta unos 12.000 huesos", explican. El proceso de elaboración para convertir un pipo de aceituna en un material resistente no es del todo fácil. Primero, una vez que el hueso está limpio y seco, pasa a triturarse en diferentes granulometrías mediante el micronizado. Las partículas resultantes se añaden a la fórmula del material junto con los demás ingredientes en diferentes proporciones, dependiendo del tipo de material que quieran generar, ya que cada sustancia le confiere diferentes características y texturas.

El 90% de los juguetes, uno de los elementos con la vida más corta del mercado, están fabricados con plástico. Sin embargo, Reolivar ofrece otra posibilidad. Su material con un aspecto similar al de la madera. se esté cansado de ese juguete, se puede encontrar otra fuente de alegría al derretir el material y transformarlo en un nuevo objeto. Y es que la mayoría de sus productos pueden ser reciclados fácilmente para crear otras piezas sin dejar residuos.
"Por su composición, el material tiene el punto de fusión a menos de 100 °C y al volver al estado líquido podemos volverlo a transformar y dejarlo endurecer en un nuevo molde para que adopte su nueva forma. Esta propiedad también nos da la posibilidad de poder utilizar el material como adhesivo que une piezas entre sí a modo de cordón de soldadura, sin hacer necesario el uso de pegamentos o tornillería. Parece magia, pero es aún mejor, ¡es química!"
De hecho, añaden semillas a algunos de sus materiales para que puedan terminar su ciclo de vida y que de ellos pueda nacer vida de nuevo. "Nos pareció un concepto potente y que apoyaba la idea de que es un material que puede ser devuelto a la naturaleza sin temor".
"El valor necesita un cambio de mentalidad"
El término 'plástico' tiene connotaciones negativas. Es usado como adjetivo para referirse a alguien artificial o cuando la calidad de algo es mala. A pesar de ello, sigue estando presente en todas partes, incluso en el agua que consumimos. Según datos de Naciones Unidas, el 90% del agua embotellada y el 83% del agua del grifo contiene partículas de plástico.
Cada minuto se compran un millón de botellas de plástico y, al año, se usan 500.000 millones de bolsas, muchas de las cuales acaban en el medio ambiente. Este exceso ha llevado a más de 200 países de la ONU a prohibir los plásticos de un solo uso. España concretamente, lo hará a partir de 2021.

A pesar de que numerosos organismos han revelado el peligro que supone el uso del plástico para todo el planeta, hay todavía quien duda de esa gravedad y sigue apostando por este material, en ocasiones, motivado por el precio.
El precio de los materiales sostenibles, normalmente suele ser mayor a uno fabricado con plástico, puede ser un obstáculo para eliminar ese material de nuestras vidas. No obstante, Reolivar tiene el potencial de ser una "solución económica" pero para ello, afirman "hay que desarrollar la producción y hacerla lo más eficiente posible, y estamos luchando por ello". Catazine, lanza una reflexión a la ciudadanía:
"Tenemos que aprender a comprar menos y usar más lo que tenemos, valorizarlo, elegir con inteligencia y responsabilidad, esa es la manera también de que las cosas tengan calidad y al mismo tiempo sean económicas. Si cobrásemos de la industria la responsabilidad de gestionar su huella ecológica seguro que un vaso de plástico valdría más que uno de cristal".