El futuro de la construcción: casas de aceitunas
España es el primer país productor de aceite de oliva del mundo, y genera un número importante de desecho proveniente de este fruto. De una aceituna se obtiene sólo un 20 % de óleo, por lo que anualmente se genera en torno a 37.500 toneladas de residuos.
Buscando un uso más rentable, un grupo de Tecnología Edificatoria y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Madrid hizo pruebas con diferentes tipos de residuos de aceitunas: huesos enteros, triturados y calcinados, para ser utilizados como material de construcción.
Luego de este proceso de análisis, los investigadores concluyeron que el carbonizado era la mejor opción, y que ya existía una patente sobre cómo tratarlo.
"Investigamos y vimos que ya había en España una patente de un hueso que se había piralizado, que había pasado por un tratamiento de calcinación. Nos pusimos en contacto con el inventor, nos dio parte de los huesos para que lo probáramos, y la verdad que resultó una sustitución fantástica", explicó a Sputnik Mercedes del Río, catedrática que lidera este equipo.
El hueso de aceituna, también llamado carozo en países de Latinoamérica, se podría utilizar en edificación u obra civil para la realización no solo de morteros aligerados para revestimientos, sino también para la confección de hormigones ligeros aislantes.