Siglos de hístoria
La idea de unir los dos grandes océanos, como son el Pacífico y el Atlántico, surgió por primera vez en el siglo XVI.
A pesar de que el primer estudio sobre una ruta canalera a través del istmo de Panamá fue ordenado por Carlos V de España en 1534, los primeros pasos en la construcción se dieron solo más de tres siglos después.
El año siguiente EEUU firmó un tratado con Panamá para encargarse de la construcción del canal interoceánico.
En la práctica el documento, conocido como el Tratado Hay-Bunau Varilla, puso a Panamá bajo la protección de EEUU, así como autorizó el dominio de los estadounidenses sobre una franja de diez kilómetros de ancha, sobre la que pasaría el Canal de Panamá.
Los estadounidenses finalizaron el proyecto en diez años y les costó unos 387 millones de dólares.
La inauguración del Canal se celebró el 15 de agosto de 1914, pero su apertura oficial fue proclamada solo el 12 de junio de 1920.
En 1977, los entonces líderes de EEUU y Panamá, James Earl Carter hijo y Omar Efraín Torrijos Herrera, firmaron un acuerdo para traspasar el control total sobre el Canal al Gobierno panameño a partir del año 2000.
Motor de la economía
El Canal desempeña un papel importante en la vida económica y comercial no solo de Panamá, sino de otros países.
La vía interoceánica conecta más de 140 rutas marítimas y unos 1.700 puertos en 160 países del Atlántico y el Pacífico.
Las principales agencias de calificación como Moody's, S&P y Fitch mantienen pronósticos estables para el Canal que tiene una posición geográfica beneficiosa y sigue siendo un activo crítico de Panamá.
En octubre pasado, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) publicó datos según los cuales el Canal cerró el año fiscal 2019 con 3.365 millones de dólares de beneficio, el nivel más alto desde la apertura de la ruta en 1914.
La mayor parte de los ingresos del Canal corresponden a peajes y servicios marítimos.
Impacto del cambio climático
Sputnik conversó con Erika de la Garza, experta del Instituto Baker de la Universidad Rice (EEUU), sobre los efectos que tiene el cambio climático en las operaciones del Canal de Panamá.
La experta indicó que "la disminución de lluvias causada por el cambio climático llevó a que [el nivel] de agua del Canal bajara a sus mínimos históricos".
Según De la Garza, "el año pasado las autoridades del Canal se vieron obligados a reducir en al menos tres ocasiones el tonelaje de carga para los barcos".
Además, "el cambio climático (...) ha provocado el derretimiento de los hielos en el Ártico que potencialmente podría cambiar las rutas de transporte para el comercio global".
De la Garza enfatizó que "Rusia, EEUU y China —a pesar de que no es un país ártico— son actores importantes en esta zona geopolítica clave".
A pesar de que la relación entre el cambio climático y el funcionamiento del Canal de Panamá parece poco evidente, los pequeños cambios en el medio ambiente como, por ejemplo, el aumento de la temperatura en un par de grados centígrados, pueden provocar graves consecuencias en la vida económica y comercial de todo el mundo.