La declaración fue emitida en nombre de Bielorrusia, Birmania, Burundi, Camboya, la República Centroafricana, China, las Comoras, Cuba, Irán, Kazajistán, Kirguistán, Laos, Nicaragua, Rusia, Siria, Tayikistán, Uzbekistán, Venezuela y Zimbabue.
"Las conclusiones del IIT son cuestionables, porque el Secretariado Técnico, por desgracia, hizo caso omiso a las exigencias de una serie de países de investigar un caso de repercusión sobre supuestas manipulaciones en el informe de la FFM (Misión de Determinación de los Hechos) sobre el incidente químico en (la ciudad siria de) Duma en abril de 2018, aprovechadas por otros países para una agresión no provocada contra la soberana República Árabe Siria", dice el texto, publicado por la Cancillería rusa.
Subrayaron que la creación del IIT y sus métodos "no corresponden a las normas de la Convención sobre Armas Químicas".
"La actividad de este grupo es la intervención en el área de responsabilidad exclusiva del Consejo de Seguridad de la ONU", afirmaron.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, comentó al respecto que el informe del IIT fue avalado en una votación de la OPAQ, que la diplomática rusa calificó de "una farsa política". Según Zajárova, los organismos dirigentes de la organización están representados en su mayoría por "los participantes de estructuras político-militares euroatlánticas", que ejercieron "una presión sin precedentes sobre otros miembros del Consejo Ejecutivo".
"La organización no debe ser rehén de los Estados que le imponen su agenda mezquina. Si no se pone fin a sus acciones, la OPAQ puede quedarse totalmente paralizada", afirmó.
El pasado 7 de abril, la OPAQ publicó un informe sobre la investigación de los ataques químicos supuestamente lanzados en Siria en 2017. Según concluyó el equipo investigador de la OPAQ, los habitantes de la provincia de Hama (norte) fueron atacados por la Fuerza Aérea siria, que utilizó proyectiles con cloro y sarín.
Rusia y el Gobierno sirio han acusado reiteradamente a la OPAQ de parcialidad a la hora de investigar incidentes en el territorio sirio y han cuestionado los informes de la Secretaría Técnica de la OPAQ.
En junio de 2018, durante una sesión especial de la Conferencia de los Estados Partes de la Convención para la Prohibición de las Armas Químicas celebrada en La Haya, los países de la OPAQ aprobaron la propuesta del Reino Unido de ampliar el mandato de esta organización, permitiéndole señalar a los autores de ataques químicos.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas. La solución se busca en dos plataformas, la de Ginebra, patrocinada por la ONU, y la de Astaná, auspiciada por Rusia, Turquía e Irán.