Su nombre era Christian Alfonso Rodríguez Telumbre y tenía 19 años. Uno de los seis fragmentos óseos enviados a la Universidad de Innsbruck, en Austria, permitió confirmar su identidad casi seis años después de su desaparición. Se trataba de un hueso de su pie derecho, llamado cuboide. Los resultados brindados por la institución educativa fueron corroborados después por el prestigioso Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
"Hemos roto el pacto de impunidad y de silencio que rodeaba el caso Ayotzinapa", sostuvo el fiscal mexicano Omar Gómez Trejo al anunciar el descubrimiento.
El titular de la unidad especial de la Fiscalía General de México, que en 2019 reemplazó a la cuestionada Procuraduría General de la República, sostuvo que la nueva identificación "rompe con la narrativa de una mentira que cerró más posibilidades de buscar y dar con el paradero" de los 43 estudiantes.
Mercedes Doretti, integrante fundadora del EAAF y directora de la institución para Centro y Norte América, reconoce a Sputnik la relevancia de este hallazgo. Los restos de Christian Alfonso fueron encontrados durante una búsqueda realizada entre el 21 y el 29 de noviembre de 2019 en el municipio de Cocula de la ciudad de Iguala, en el estado sureño de Guerrero, en un lugar conocido como Barranca de la Carnicería, a dos kilómetros del basurero.
Un buen fiscal
"El resultado alcanzado por el laboratorio de Innsbruck sobre la muestra encontrada allí da cuenta de la importancia de la nueva dirección que ha tomado la investigación sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa a partir del ingreso del fiscal Omar Trejo en este caso", valora la forense argentina.
La reciente identificación de Christian Alfonso revela también el cambio para la investigación que ha supuesto la intervención del fiscal mexicano, incorporado al caso en junio del año pasado.
"El nuevo resultado de genética habla de su primer año de trabajo, donde ha buscado distintas líneas de investigación que no se habían tomado y ha conseguido la confianza de gente para que le otorgue nueva información, que es lo que se está viendo ahora", aprecia Doretti.
Trabajo en equipo
El personal forense de Argentina también ha sido fundamental para esclarecer lo sucedido con los estudiantes de Ayotzinapa. "Nosotros, como equipo argentino, somos peritos de las familias y seguimos siendo parte de las investigación", señala la fundadora de EAAF.
En la Barranca de la Carnicería, donde se hallaron los restos de Christian Alfonso, fueron encontrados más de un centenar de fragmentos en total. El EAAF indaga en el origen genético de todos ellos.
"En este caso en particular, trabajamos en el análisis de más de 100 fragmentos que se encontraron en este lugar, seleccionamos las muestras para ser enviadas al laboratorio de Innsbruck y fuimos hasta allí junto con el fiscal y los peritos de la Fiscalía General de la República", detalla Doretti.
Este minucioso trabajo continúa con el análisis de los resultados, que fueron comunicados en junio. "Nosotros agregamos un informe complementario de genética con algunos cálculos estadísticos adicionales y fuimos parte de las personas que notificaron a la familia de Christian", comenta la forense argentina.
Masacre y desaparición
Casi un centenar de estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa se trasladaban en cinco autobuses para participar en una manifestación estudiantil en la ciudad de México cuando fueron acribillados entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 por patrullas policiales de varios municipios en Iguala.

A partir de ahí comenzó la lucha por instaurar un relato que llevó a que fueran torturados los detenidos por el caso, según confirmó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). La verdad de todo lo sucedido todavía está por conocerse.