Según RTVE, este documento fue mostrado en una presentación durante una reunión telemática entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas la semana pasada.
Por otra parte, el 35,9% de esas muertes (9.830) son personas con sintomatología compatible con la enfermedad y el 31,2% restante (8.536) se debe a otras causas.
Por el momento el Gobierno de España no ofrece una estadística oficial que cuantifique el daño causado por la crisis sanitaria en las residencias de mayores, aunque se comprometió a hacerlo en reiteradas ocasiones.
El propio documento del Gobierno al que hace referencia RTVE admite que las distintas comunidades autónomas del país no ofrecen datos fiables sobre la situación en las residencias, lo que dificulta a las autoridades centrales la elaboración de una estadística oficial.
La presentación señala que la plataforma utilizada para comunicar los datos era "poco amigable", por lo que en muchas ocasiones los responsables autonómicos, obligados a hacer dos reportes semanales, enviaron las cifras por correo electrónico o se abstuvieron de hacerlo.
🇪🇦 Con el modelo de residencias de mayores sepultado por la pandemia, las alternativas ganan peso en España.
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) June 21, 2020
👇 https://t.co/IuDOf48IRB
Es más, el documento señala que una comunidad autónoma (no se dice cuál) nunca reportó sus datos, mientras que otras lo hicieron obviando la periodicidad y los plazos exigidos.
De hecho, el documento afirma que si se tienen en cuenta las fuentes de distintas administraciones el número de fallecimientos puede variar desde 27.359 hasta 32.843.
Tras la publicación de esta información, la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales emitió un comunicado lamentando que "los centros residenciales de los servicios sociales no solo sufrieron el abandono del sistema sanitario público" sino también "del propio Ministerio de Sanidad".
Según el último balance oficial, un total de 28.388 personas perdieron la vida por el COVID-19 en España desde el inicio de la crisis sanitaria. Esta cifra solo tiene en cuenta a las personas que fueron diagnosticados antes de morir.
Al igual que las cifras sobre las muertes en residencias, estas estadísticas apuntan a que el daño de la epidemia fue mayor al cuantificado en los balances del Ministerio de Sanidad.
Sin embargo, no todas esas muertes se pueden atribuir directamente al COVID-19, ya que parte del exceso de fallecimientos puede deberse al colapso sanitario durante los peores momentos de la crisis e incluso a simples variaciones estadísticas imprevistas.