El plan indica que las regiones del estado que permanezcan "durante 28 días seguidos en la fase amarilla también podrán reabrir, con limitaciones, espacios culturales como museos, bibliotecas, cines, teatros y salas de espectáculos", explicó Doria en rueda de prensa.
En un principio, estas actividades culturales sólo debían volver al llegar a la fase azul, cuando la pandemia estuviera totalmente controlada.
Sin embargo, conversaciones con representantes del sector, que está pasando por graves dificultades económicas, llevaron a las autoridades a la decisión de adelantar la reapertura en las zonas con una situación más estabilizada.
Si no hay contratiempos, la capital, Sao Paulo, cumplirá cuatro semanas en la fase amarilla el 27 de julio, por lo que en esa fecha ya podría reabrir cines, museos y teatros (aunque la decisión final la tomará el ayuntamiento en ese momento).
No obstante, deberá garantizarse una ocupación máxima del 40% de las salas, distancia entre asientos, horario reducido, compra anticipada de entradas por Internet y otras normas de seguridad para evitar contagios.
La desescalada en el estado de Sao Paulo tiene ritmos diferentes en función de la región: la capital y su área metropolitana están en una fase más avanzada debido a que tienen una situación sanitaria mejor.
Sin embargo, otras regiones, como la de Campinas (la tercera ciudad más poblada del estado, con 1,2 millones de habitantes) retrocedió a la fase roja (alerta máxima), que implica más restricciones, debido a que en los últimos días empeoraron sus indicadores sanitarios.
Sao Paulo es, desde el principio, el epicentro de la pandemia del nuevo coronavirus en Brasil; según los datos más recientes del propio Gobierno regional, hasta el momento fallecieron más de 15.600 personas y hay más de 310.500 casos confirmados.