Este domingo 5 de julio serán las primeras elecciones presidenciales en América Latina y el Caribe desde que se declaró la pandemia del coronavirus. Debieron realizarse el 7 de mayo, pero fueron postergadas por esta razón.
7,4 millones de personas están convocadas a elegir al próximo presidente y vicepresidente, 32 senadores, 190 diputados y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano. Con una larga crisis económica agravada por la pandemia, las encuestas reflejan una expectativa de cambio con Abinader cosechando las mayores simpatías.
El político ocupa el primer lugar en 27 de esas muestras y 16 de esos resultados le asignan posibilidades de triunfo. Recoge entre 53 y 55% de apoyo, pero Santana considera que será mayor. "Creo que puede superar algunos puntos por encima en virtud de que mucha gente por el miedo no expresa su intención de voto".
Campaña con el COVID-19
En el mismo sentido se habría valido de las limitaciones sociales "para desmovilizar a toda la oposición mientras que el Gobierno se mantenía en las calles a toda hora, repartiendo cosas. A pesar de eso, nada ha servido. El Gobierno está muy maltrecho", reflexionó el diputado.
"El pueblo dominicano está conectado con el cambio, no ha valido el uso y abuso de los recursos públicos en medio de la pandemia", aseguro Santana, a quien los sondeos de opinión pública parecen darle la razón.
El segundo candidato con más respaldo es el oficialista Gonzalo Castillo, del Partido de la Liberación Dominicana, que forjó alianza con otras cuatro agrupaciones. Solo cuatro encuestas lo ubican a la cabeza, pero ninguna como ganador en primera vuelta. En 21 ocupa el segundo lugar y aparece tercero en otras seis.
Un fenómeno llamado Luis
"Luis ha construido una gran coalición política y social, tiene una visión de Gobierno compartido y se ha dispuesto a producir un gran acuerdo programático con una concepción diferente de país. Se propone dar una participación significativa a la sociedad", destacó Santana sobre las cualidades de Abinader.
No serán pocos los objetivos que tendrá por delante si es que gana. Algunos de ellos fueron mencionados en campaña: que Dominicana deje de ser el país con mayor desempleo juvenil de la región y uno de los má rezagados en materia de educación y salud.
"Luis tendrá grandes desafíos, como relanzar la producción nacional y ganar empleos fruto de la pandemia y de la propia debacle económica que ha impulsado este Gobierno. Hay un enorme crecimiento del desempleo, de los subempleados, informales. La primera tarea es poner a andar la economía", apuntó.
Un faro progresista
Santana sostuvo que su candidato "forma parte de la nueva camada de Gobiernos que producirán una transición hacia un nuevo modelo político, que dejará atrás los aspectos odiosos que el neoliberalismo ha impuesto, poniendo por delante de la gente el interés de ganancia de un pequeño grupo".
"Esperamos que ciertamente ayude a esa transición para que el progresismo gane más espacio en toda la región", añadió.
Para ganar en primera vuelta el candidato más votado debe superar el 50% de los votos. De lo contrario el 26 de julio habrá balotaje, herramienta que se utilizó por última vez en 1996.
En los cinco comicios previos este no fue necesario, incluyendo los de 2012 y 2016, cuando se impuso el actual mandatario, Danilo Medina.