"Estamos al tanto de ellas [las declaraciones de países occidentales sobre la votación constitucional en Rusia], pero no estamos dispuestos a tomarlas en cuenta", dijo a la prensa.
Peskov subrayó que "Rusia ha mantenido, mantiene y mantendrá su compromiso con las bases y las normas del derecho internacional", pero a la vez "en primer lugar seguirá comprometida con su propia soberanía", destacó.
"El proceso de introducción de las enmiendas a la Constitución, finalizado ayer [2 de julio], ha sido un paso importante y sustancial hacia este objetivo", afirmó.
Este 3 de julio la Comisión Electoral Central (CEC) certificó los resultados de la votación sobre las enmiendas a la Carta Magna de Rusia, que concluyó el 1 de julio con el 77,92% de los votos a favor y el 21,27% en contra. Según destacó la presidenta de la CEC, Ela Pamfílova, durante el plebiscito, que se celebró de manera transparente, no hubo denuncias de infracciones graves.
Las modificaciones a la Carta Magna especifican los nuevos requisitos que debe cumplir el presidente, los miembros del Gobierno y el Parlamento y los cargos relacionados con la soberanía y la seguridad nacional, establecen las garantías sociales del Estado ante los ciudadanos, modifican las funciones del Ejecutivo y el Legislativo, prohíben la secesión de los territorios de la Federación de Rusia y fortalecen el estatus del idioma ruso, entre otros aspectos.
El 2 de julio la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, expresó su preocupación por las denuncias de manipulación del voto durante el sufragio constitucional, así como por "una disposición en las enmiendas que potencialmente permitiría al presidente Putin permanecer en el poder hasta 2036".
Además, el portavoz del jefe diplomático de la Unión Europea, Peter Stano, llamó a Moscú a investigar las irregularidades denunciadas durante el plebiscito.