El presidente estadounidense Donald Trump ha considerado al nuevo acuerdo como "el mejor y más importante acuerdo comercial jamás hecho por Estados Unidos", en contraste con su predecesor, al cual calificó en repetidas ocasiones como "el peor acuerdo comercial" firmado por su país.
Sin embargo, cabe preguntarse sobre los aportes que acarreará el T-MEC en comparación con el TLCAN. Gran parte de ellos, por ejemplo, han obligado a diversos ajustes legales en México, a fin de garantizar la implementación de los cambios principales del acuerdo comercial.
A continuación, Sputnik enlista los principales puntos que permiten distinguir a los dos tratados comerciales suscritos por los países de América del Norte.
Reglas de origen en industria automotriz
El TLCAN señalaba que, para permanecer libre de aranceles, 62,5% de las piezas de un vehículo deben fabricarse al menos en uno de los tres países miembros del acuerdo. El T-MEC aumentó este requerimiento al 75%.
Asimismo, el T-MEC contempla un requisito de 70% en la producción regional de acero y aluminio, de acuerdo con la Confederación mexicana de Cámaras Industriales (Concamin).
No obstante, esta situación podría resultar potencialmente perjudicial para México, ya que a fin de cumplir esta medida se ha sugerido que tanto Estados Unidos y Canadá concentren al 25% de los trabajadores que reciban ese sueldo en el sector automotriz.
"El Gobierno de Estados Unidos está impulsando políticas proteccionistas, políticas a su favor para disminuir importaciones, riesgos, y subir sus exportaciones", señaló al respecto Arturo Huerta, profesor-investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Marco laboral
Las protestas del sector manufacturero estadounidense sobre el hecho de que los bajos salarios pagados en México afectaban a los trabajadores de la Unión Americana ayudaron a impulsar cambios en el sector laboral de la región por medio del T-MEC.
Con ese motivo, el Congreso mexicano aprobó reformas en su marco laboral, a fin de garantizar condiciones más equitativas en cuanto a los salarios y derechos laborales de los tres países.
"Por primera vez, realmente habrá normas laborales exigibles, incluido un proceso que permita las inspecciones de fábricas e instalaciones que no cumplan con sus obligaciones", aplaudió el presidente de AFL-CIO (la federación de sindicatos más grande de Estados Unidos), Richard Trumka, en un comunicado.
Esto implica que, a diferencia del TLCAN, México deberá aceptar la vigilancia de agregados laborales que estarán atentos al cumplimiento del nuevo marco laboral suscrito en el T-MEC.
Al respecto, algunos expertos externaron su preocupación, pues el nuevo acuerdo también contempla la instauración de paneles de solución de controversias laborales que podrían imponer sanciones o aranceles para industrias que no respeten los derechos de los trabajadores mexicanos.
Era digital
A diferencia del TLCAN, el T-MEC incluye un capítulo sobre comercio digital, el cual acarrea beneficios puntuales para el sector tecnológico de Estados Unidos.
El T-MEC también agrega disposiciones de protección efectiva, gestión de derechos y sobre los proveedores de servicios de internet. Con ello, se establece que los proveedores de servicios de internet tendrán la autoridad para dar de baja de la red los contenidos que infrinjan los derechos de autor o propiedad intelectual.
Igualmente, contempla la exención de impuestos aduanales a los bienes y servicios digitales, el trato no discriminatorio de productos digitales regionales, reducción de la carga regulatoria, libertad para los sistemas de autenticación y firmas electrónicas, así como medidas para la protección de la privacidad de los consumidores.
Agroindustria
El TLCAN eliminó a partir de 1994 los aranceles sobre la mayoría de los productos agrícolas comercializados entre los tres países. Desde entonces, México se convirtió en un importante exportador de productos agrícolas y ganaderos a Estados Unidos.
Al respecto, la Confederación Nacional Agropecuaria alertó sobre las afectaciones que podría traer la aplicación de esa medida a la exportación de productos como el jitomate, chiles y pimientos, frutos de los cuales el campo mexicano es el principal proveedor en el mercado de la Unión Americana.
Este tema ha llevado a advertir la posibilidad de que en los primeros días del T-MEC puedan convocarse los primeros paneles de controversia asociados con el sector agropecuario.
Propiedad industrial de medicamentos biológicos
El T-MEC propone cambios a la Ley de Propiedad Industrial sobre el manejo de patentes de la industria farmacéutica.
“Hay dos cláusulas que detendrían el desarrollo de medicamentos de patente, respetamos la propiedad intelectual pero tampoco queremos abusos en la extensión de la patente en medicamentos, la patente debe ser sobre un principio activo, la vinculación obliga a la Cofepris consultar con el IMPI una patente", dijo a Radiofórmula Arturo Morales Portas, presidente de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (AMELAF).
De última hora el Senado mexicano aprobó eliminar el plazo de tres a ocho años, luego del vencimiento de las patentes, para la comercialización de genéricos. Con ello, los legisladores aseguran que la población podrá contar con medicamentos más baratos durante los tiempos de vigencia de las patentes.
Medioambiente y combate a la corrupción
Otra novedad del T-MEC respecto a su predecesor implica la adición de medidas para fortalecer en la región la protección del medio ambiente. Para ello, se propuso establecer un mecanismo de comunicaciones públicas para presentar peticiones de información y recibir respuesta por posibles omisiones en la aplicación efectiva de la legislación ambiental en cualquiera de los países suscritos al acuerdo.
Asimismo, agrega cláusulas para facilitar la persecución de delitos como el soborno, cohecho internacional, malversación y desvío de recursos, el tráfico de influencias y peculado, ya sean cometidos por las empresas o las autoridades de cualquiera de los países socios.
Cláusula crepuscular
A diferencia del TLCAN, el T-MEC propone un tiempo de duración del acuerdo de 16 años, al tiempo que establece un periodo de revisión cada seis años.
Esta es una situación particularmente desventajosa para México, pues según algunos especialistas, ese país tardará al menos tres años en realizar los ajustes que requiere para adherirse a las condiciones acordadas en el nuevo tratado.
Si todas las partes deciden renovarlo, el tratado podrá extenderse por otros 16 años. Pero, en caso contrario, se abrirá un periodo de 10 años para negociar una solución. De no alcanzarse, el T-MEC podría expirar en 2036.