Este truco consiste en bajar completamente una ventanilla antes de abrir y cerrar enérgicamente la puerta del lado opuesto al menos cinco veces. Hacerlo genera el efecto de presión-depresión y una fuerte corriente de succión dentro de la cabina. La ingeniosa táctica permite bajar la temperatura interior hasta 10 grados y evita gastar el combustible que activa el sistema del aire acondicionado.
Aquellas personas que no quieren hacer tantos movimientos siempre pueden anticipar la situación en la que su coche se sobrecaliente. Para ello, deben poner un parasol en el parabrisas después de aparcar su vehículo en algún lado.
Primero el conductor debe revisar el nivel del anticongelante. Para ello, el motor del auto tiene que estar frío, de lo contrario existe el riesgo de que manipularlo pueda resultar peligroso. Tras abrir el capó el conductor necesita ver cuánto líquido de refrigeración lleva el depósito que lo almacena. Si el líquido está por debajo de la marca indicada, el automovilista tendrá que reponerlo y asegurarse de que no hay fuga en las juntas del recipiente.
Si está por encima de ella, entonces esta pieza mecánica no tiene nada que ver con el problema de sobrecalentamiento. Por ello, el automovilista debe revisar el estado del radiador y la bomba, ya que una corrosión de estos sistemas también puede hacer que la aguja de la temperatura se dispare.