Para el experimento fue seleccionado un todoterreno UAZ, que en principio estaba en malas condiciones. Ante todo, los técnicos le quitaron todo rastro de oxidación y le hicieron reparaciones cosméticas.
Después lo pintaron con una pintura que simplemente parece ser de color amarillo brillante. Pero tiene un truco: al estar en el sol, se carga para poder irradiar luz en la oscuridad.
Tal y como se puede apreciar en el vídeo, cuando el UAZ se deja en un almacén oscuro, parece una nave espacial. Lo curioso, es que la pintura es tan sensible a la luz que incluso se puede pintar sobre ella con una linterna.
Los chicos del Garage 54 son conocidos por sus alocados experimentos automovilísticos. Una de sus últimas creaciones fue un LADA al cual anclaron 300 luces LED, convirtiéndolo en una auténtica estrella sobre ruedas que ciega a todo el que lo vea por la noche.