"Le pediremos a la ESMA que investigue si ha habido una falla en la supervisión y, de ser así, que establezca una hoja de ruta. Debemos aclarar qué salió mal", dijo Dombrovskis al diario Financial Times.
El funcionario espera recibir una respuesta del ente antes de mediados de julio.
"Los inversores deben estar seguros de que reciben la información adecuada y creíble (...) y que la prestación de esta información financiera se gestiona en forma debida", agregó.
En este caso, si BaFin hace caso omiso a las pautas de la ESMA para arreglar las fallas, la autoridad podría dictar sus instrucciones a las instituciones financieras controladas por el regulador alemán.
Wirecard AG es uno de los mayores sistemas de pago electrónico. Se le acusa a la compañía de haber inflado el volumen de negocios y el balance con ingresos simulados y de manipulación de mercado.
Las acciones de Wirecard se desplomaron un 71,3% después de que los medios informaron que la compañía se había declarado en quiebra. Desde el inicio del escándalo, las acciones han caído 28 veces, de 99,5 a 3,53 euros por valor.