Aunque aún no se ha publicado el estudio, avances del ensayo RECOVERY —que tenía como objetivo probar la eficacia de distintos medicamentos contra el coronavirus— determinó que la dexametasona reduce el riesgo de muerte en pacientes con complicaciones respiratorias provocadas por el SARS-CoV-2.
Añadió que en una de las etapas del COVID-19, hacia la segunda semana de la enfermedad, se puede generar una reacción inflamatoria severa a nivel pulmonar que impide una oxigenación adecuada del organismo, lo que provoca dificultad para respirar. Y es en este momento en el que la administración de la dexametasona puede ser eficaz.
"El estudio RECOVERY, con una metodología adecuada, llevó a cabo una supervisión de este medicamento en 2.000 pacientes con COVID-19. A un grupo se le adjudicó el fármaco y a otro no, y en el primero se observó una disminución de la mortalidad. No en casos leves, no para prevenir el coronavirus, sólo en aquellos que necesitan oxígeno porque tiene una enfermedad severa", aclaró el infectólogo mexicano.
Los resultados concluyentes llevaron a finalizar el estudio incluso antes de lo pensado para poder administrar el medicamento al grupo que no lo había recibido y mejorar su condición.
"Es importante resaltar que estos medicamentos no son inocuos, tienen efectos adversos que pueden ser serios. Por ejemplo, elevación de la glucosa —algo que puede causar descompensación aguda en quienes tienen diabetes— y elevación de la presión arterial en los que tienen hipertensión. No se debe tomar sin supervisión médica", concluyó Pérez Barragán.
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